El ahorro es la base de la fortuna, dice un viejo refrán
cuya vigencia en el mundo actual es, cuanto menos, discutible.
Si a nivel moral el mensaje es claro (el despilfarro es una
suerte de pecado capital), a nivel económico las cosas son un poco más
complejas.
Bien se podría argumentar que hoy en día no hay ruta más
directa a los millones que la especulación. Pero vayamos por partes.
Cada segmento tiene su propia lógica – se puede ser
dispendioso en un lugar y frugal en otro – y en su dinámica intervienen
factores económicos, culturales e históricos.
Hoy en día los países con más ahorros a nivel nacional
pertenecen al club de las naciones petroleras o a las emergentes de Asia.
Un compendio de diferentes estimaciones entre 2010 y 2015
ubica a Qatar, Kuwait y China entre las que más ahorran.
Al mismo tiempo, la nación más poderosa del planeta, Estados
Unidos, es una de las que menos nivel de ahorro tiene.
Duncan Innes-Kerr, de la Unidad de Inteligencia del
semanario británico The Economist (EIU, por sus sigas en inglés), le explicó a
BBC Mundo la incidencia del ahorro nacional en la economía de un país.
“En sí mismo el ahorro nacional no es bueno ni malo, pero sí
implica que un país será importador o exportador de capital de acuerdo con la
relación que haya entre sus propias necesidades de inversión y su nivel de
ahorro”, afirmó.
En base a datos combinados del Fondo Monetario Internacional
(FMI), el Banco Mundial y el Libro Mundial de Datos de la CIA, los 5 países que
tienen más ahorros son (ver el resto en la tabla al final de este artículo):
1. Qatar
Con dos millones de habitantes, esta monarquía de la
península arábiga tiene ahorrado un 57,63% del Producto Interno Bruto (PIB).
En 2010 ocupaba el séptimo lugar del ranking mundial, pero
la renta petrolera y gasífera (es la tercera reserva de gas natural mundial) le
permitió moverse al primer puesto al año siguiente, lugar que no abandonó desde
entonces.
A nivel nominal su PIB se encuentra en el puesto 49 del
mundo, pero cuando se construye el ranking global en términos de paridad de
poder adquisitivo (lo que se puede comprar a un tipo de cambio en distintas
naciones) es el más alto del planeta: US$144.000.
Con una tasa de desempleo menor al 1% los datos parecerían
rutilantes, pero no todo lo que reluce es oro, como explicó a BBC Mundo Mohamed
Abdelmeguid, especialista del EIU en Medio Oriente.
“Como el sector público domina la economía, el ahorro se
basa en ese sector más que en el privado, que no ahorra sino que suele
derrochar con un estilo de vida extravagante”, dijo Abdelmeguid.
“Este desequilibrio hace que el estado haya acudido al
rescate de sus ciudadanos, que han despilfarrado con la conciencia de que
siempre tendrán ese respaldo público detrás. Con la caída del precio del
petróleo, las cosas pueden cambiar”, agregó.
2. Kuwait
Situada en el Golfo Pérsico, con más del doble de la
población de Qatar, Kuwait concentra un 6% de las reservas petroleras globales.
Con una superficie de 17.820 Kilómetros cuadrados, unas 10
veces más pequeño que Uruguay, esta riqueza fue suficiente para desatar una
crisis mundial de proporciones con la primera Guerra del Golfo a principios de
los 90.
El ahorro nacional es hoy del 55,05% del PIB.
Kuwait tiene la mitad del poder adquisitivo de Qatar y su
población laboral está compuesta mayoritariamente por extranjeros.
“La situación es similar a la de Qatar en cuanto al
desequilibrio entre el sector público y el privado. Si los precios petroleros
continúan en esta actual tendencia, el estado de bienestar de Kuwait tendrá que
recortar sus gastos obligando a sus ciudadanos a moderar el despilfarro y
ahorrar más para su jubilación, su salud o su educación”, indicó Abdelmeguid a
BBC Mundo.
3. China
Con casi 1.400 millones de habitantes se encuentra en las
antípodas de Qatar y Kuwait en términos de complejidad socio-económica y
cultural.
En el último año China ha estado en el centro de la
preocupación global por su desaceleración económica y el aumento tanto de la
fuga de capitales como de su deuda.
Con un 240% de deuda en relación a su PIB supera a Estados
Unidos en este renglón particular (233% en el caso estadounidense).
Pero si se toma en cuenta el nivel de ahorro, la relación se
invierte.
China tiene un ahorro del 47% que prácticamente triplica al
de Estados Unidos, el cual se sitúa en un modesto 16%.
Según Oliver Rui, de la China Europe International Business
School (CEIBS), China tiene activos financieros equivalentes a casi US$18
billones con US$9 billones en depósitos bancarios (casi la mitad del PIB de
Estados Unidos).
“Con esta base está en condiciones de superar una tormenta
financiera”, señaló en un reciente artículo.
Sin embargo, Innes-Kerr señala que el ahorro nacional no
basta para blindarlo de otros peligros.
“La capacidad china de usar su propio ahorro la protege de
riesgos de un alto nivel de deuda exterior, que la haría más vulnerable a la
paridad cambiaria o a los inversores extranjeros”, indicó a BBC Mundo.
“Esto no quiere decir que una crisis no tenga costos. Todo
lo contrario. El costo de una crisis lo pagarían los ahorristas o el
contribuyente”, dijo.
4. Corea del Sur
Corea del Sur pasó de estar a la par de los países más
pobres de América Latina en los 60, a igualar a una nación como Costa Rica a
principios de los 80 y a dar el gran salto a país desarrollado unos diez años
más tarde.
En 2004 ingresó al exclusivo club con más de un billón de
dólares de PIB.
El sector exportador ha sido el motor de este milagro
coreano: hoy constituye la mitad de su PIB.
El nivel de deuda es bajo – 34,5% del PIB – y el de ahorro
es del 35,70%.
“En una economía abierta, estos altos niveles de ahorro
resultarán en una inversión en el extranjero si es que no hay suficientes
oportunidades a nivel doméstico. Se puede decir que la regulación y el instinto
llevan al capital a quedarse en el país bajando el costo del crédito a nivel
local”, dijo Innes-Kerr a BBC Mundo.
Pero apuntó el experto: “Estamos en un momento global en que
la tasa de interés es baja tanto en los países con alto nivel de ahorro como en
los que tienen bajo nivel de ahorro. De manera que para una economía abierta el
impacto a este nivel es mucho menor”.
5. Botsuana
Desde su independencia en 1966 Botsuana es otro caso de
exitoso ascenso económico social. De ser uno de los países más pobres de Africa
ha pasado a ser una nación de ingresos medios con un ingreso per cápita de
US$17.700.
La exportación de diamantes, que constituye una tercera
parte de sus ingresos fiscales, ha sido fundamental en el crecimiento de este
país de dos millones de habitantes sin acceso al mar.
El nivel de ahorro nacional es casi equivalente al de Corea
del Sur: 35,60%.
Al igual que Qatar y Kuwait, el ahorro nacional se basa
fundamentalmente en el sector público, que es el dueño parcial o total de la
producción minera.
Pero el crecimiento económico y una prudencia fiscal
elogiada por los organismos multilaterales que le permitió tres años seguidos
de superávit en las cuentas no han bastado para evitar altos niveles de
pobreza. El desempleo de la población roza el 18%.
Con la caída internacional de los precios mineros, es
posible que estos altos niveles de desempleo crezcan.
Para Innes-Karr, el contraste de estos datos muestra la
complejidad de una economía moderna.
“Hay que tener en cuenta que ni la deuda ni los ahorros son
categorías morales. No están ni bien ni mal”, aseguró Innes-Kerr.
Y agregó el experto: “Uno puede decir que un país emergente
con alto ahorro es más estable porque depende menos del capital extranjero para
financiar una inversión, pero también se puede argumentar que un alto nivel de
ahorro es un fracaso crónico de un gobierno que debería tener grandes
oportunidades de inversión que no se usan. La economía es un todo orgánico.”
Vía Banca y Negocios