La petrolera Royal Dutch Shell obtuvo en 2018 un beneficio atribuido de 23.352 millones de dólares (20.292 millones de euros), un alza de 80% frente al año anterior, tras completar un programa de desinversión y ayudada por un repunte de los precios del crudo el año pasado.
El beneficio antes de impuestos fue en 2018 de 35.621 millones de dólares (30.954 millones de euros), 96,4% más que en 2017, de acuerdo con un comunicado remitido a la Bolsa de Londres.
Los ingresos de la empresa se situaron el año pasado en 388.379 millones de dólares (337.501 millones de euros), 27,2% más que en los doce meses anteriores, indica la nota.
Las acciones de Shell, que publica sus resultados en dólares porque es la divisa en que cotiza el petróleo, subían hoy en el parqué londinense 4,49% hasta 2.388,19 enteros.
La facturación de Shell fue de 294.399 millones de dólares (255.832 millones de euros) en el año, 31,7% más frente al periodo anterior, en tanto que los activos totalizaron en el año los 399.194 millones de dólares (346.899 millones de euros).
Shell se benefició en 2018 por el aumento de los precios del petróleo durante gran parte de ese periodo, así como por su disciplina para mantener un fuerte control de los costes.
La deuda de la empresa se situó el año pasado en 10.134 millones de dólares (8.806 millones de euros), un 14 % más que en 2017.
La petrolera informó de que ha completado un programa de desinversión por valor de 30.000 millones de dólares (26.000 millones de euros), aunque empieza nuevos proyectos.
Además, indicó que ha puesto en marcha el próximo tramo del programa de recompra de acciones, estimadas en 2.500 millones de dólares (2.172 millones de euros), después de completar el primero que había empezado en julio del año pasado.
El consejero delegado de Shell, Ben van Beurden, señaló que se trata de un “fuerte rendimiento financiero” en 2018 y destacó que mantiene la disciplina en materia de inversión de capital.
“Hemos pagado el dividendo entero en efectivo, hemos reducido más la deuda y hemos lanzado nuestro programa de recompra de acciones, con 4.500 millones de dólares (3.900 millones de euros) de títulos recomprados hasta ahora”, agregó Van Beurden.
El consejero delegado ha llevado a cabo un ambicioso plan de recorte de gastos desde que la empresa resultó afectada por la fuerte caída de los precios del petróleo en 2014.
Los costes del oro negro terminaron 2018 a un nivel más bajo que a comienzos del año y cerró ese periodo anual a 54 dólares el barril frente a los 67 en que estaban hace un año.
Actualmente, el barril del Mar del Norte cotiza en el mercado de futuros de Londres a unos 62 dólares el barril.
La compañía indicó que en enero ha comenzado la producción de su cuarta unidad de olefinas en la instalación química de Geismar en EEUU, la mayor productora de estos compuestos químicos del mundo.
Shell llevó a cabo desinversiones en Irak, Malasia, Omán e Irlanda y, en comparación a 2017, el volumen de ventas de productos petroleros aumentó 3% por un mayor volumen de comercialización.
Además, la empresa informó de que el consejo de Shell ha decidido pagar un dividendo correspondiente al cuarto trimestre de 2018 de 0,47 centavos de dólar (0,40 céntimos) por acción ordinaria, que serán abonadas en euros, si bien los que tienen estos títulos podrán recibirlos en libras esterlinas.
Fuente: http://bit.ly/2WxlpmL
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