El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, podría pagar un muro en la frontera sur con un nuevo impuesto de 20 por ciento sobre los bienes de México, dijo el jueves la Casa Blanca, agudizando una crisis desatada tras la cancelación de una cumbre con su par mexicano.
La medida sería parte de un paquete más amplio de reforma tributaria que está contemplando el Congreso de Estados Unidos, dijo el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, a periodistas.
No estaba claro de inmediato cómo funcionaría el impuesto. Parte de la propuesta que Spicer describió se asemeja a una idea existente, de ajustes tributarios en la frontera, que está siendo considerada por la Cámara de Representantes.
“Tenemos un nuevo impuesto de 50.000 millones de dólares al 20 por ciento de las importaciones, el cual es, por cierto, una práctica que otros 160 países aplican actualmente”, dijo Spicer.
“La política de nuestro país es tributar las exportaciones y permitir que las importaciones fluyan libremente, lo cual es ridículo. Pero, al hacerlo así, podemos hacer 10.000 millones de dólares al año y pagar fácilmente por el muro. Sólo a través de ese mecanismo”, agregó a periodistas que viajaban con Trump a Filadelfia.
La Casa Blanca dijo posteriormente que no estaba apoyando un impuesto de ajuste de la frontera. No se disponía de detalles.
La noticia de la propuesta fiscal amplía una brecha con México, que previamente el jueves canceló una cumbre entre el presidente Enrique Peña Nieto y Trump sobre las demandas republicanas de que el vecino del sur pague por el muro fronterizo para detener la inmigración ilegal.
Peña Nieto escribió en Twitter que se retiraba de la reunión prevista para la próxima semana en Washington en respuesta a un tuit anterior de su homólogo que conminó al líder a no viajar si México no pagaba por el muro. Trump presentó más tarde el plan desechado como un acuerdo mutuo.
Dirigiéndose a los miembros republicanos del Congreso en una reunión en Filadelfia, Trump dijo que él y Peña Nieto habían acordado cancelar la reunión y agregó que sería infructuosa si México no trataba a Estados Unidos de manera “justa”.
“He dicho muchas veces que el pueblo estadounidense no pagará por el muro”, dijo Trump. “A menos que México trate a Estados Unidos justamente, con respeto, esa reunión hubiese sido infructuosa. Y yo quiero ir por un camino diferente”, agregó.
Trump ve el muro, una importante promesa de campaña, como parte de un paquete de medidas para frenar la inmigración ilegal. México ha reiterado que de ninguna manera pagará por la pretensión del magnate estadounidense.
Trump, quien asumió la semana pasada, firmó el miércoles un decreto para la construcción del muro en la frontera, que tiene una extensión de 3,200 kilómetros, justo cuando una delegación mexicana encabezada por el ministro de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray, llegó a la Casa Blanca para conversar con el equipo de gobierno.
Ésto, y el llamado reiterado de Trump a que su vecino pague por el muro, causó indignación en México, con políticos prominentes y muchos en las redes sociales viendo como un desaire los esfuerzos del Gobierno de Peña para comprometerse con la nueva administración estadounidense.
BAJO PRESIÓN
Peña Nieto estaba bajo presión para cancelar el encuentro.
“Esta mañana hemos informado a la Casa Blanca que no asistiré a la reunión de trabajo programada para el próximo martes con el @POTUS”, dijo Peña en su cuenta de Twitter.
“México reitera su voluntad de trabajar con los Estados Unidos para lograr acuerdos en favor de ambas naciones”, añadió en otro tuit.
Ambos planeaban hablar el 31 de enero en lo que se esperaba fuera un primer acercamiento para destrabar los lazos, dañados desde la asunción del magnate, quien durante su campaña se refirió a los inmigrantes mexicanos como violadores y criminales.
Spicer dijo que la Casa Blanca busca reprogramar el encuentro presidencial y que mantendrá abiertas las líneas de comunicación con México.
Los líderes del Congreso de Estados Unidos, controlado por los republicanos, dijeron que planeaban avanzar en el financiamiento del muro fronterizo, cuyo costo proyectaron entre 12,000 millones y 15,000 millones de dólares.
El anuncio de Peña de cancelar la reunión golpeó al peso mexicano, que había recuperado parte del terreno perdido días atrás por la incertidumbre ante los efectos de las políticas económicas que irá instrumentando Trump.
Ambos países tienen una fuerte relación comercial y junto con Canadá integran el Tratado de Libre Comercio de América de Norte (TLCAN), del que Trump ha dicho que sacará a Estados Unidos si una renegociación no es favorable para su país.
El 80 por ciento de las exportaciones de México va a Estados Unidos y cerca de la mitad de la inversión extranjera directa ha llegado a México desde su vecino del norte durante las últimas dos décadas.
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