Argentina registró en abril un déficit fiscal primario de 18.664 millones de pesos (1.152 millones de dólares), lo que supuso un incremento del 71 % respecto al mismo mes de 2016 y representa el 0,6% del producto interior bruto (PIB), informaron hoy fuentes oficiales.
En los primeros cuatro meses del año los ingresos crecieron un 40% y los gastos un 36% respecto al mismo periodo del año anterior debido, sobre todo, a una subida del 116 % en las transferencias a provincias y el aumento de las prestaciones sociales en un 40%.
Según destacó el Ministerio de Hacienda en un comunicado, el aumento de los gastos también se justifica en la construcción de viviendas sociales, escuelas y jardines, y la ampliación de la red de autopistas y la mejora de los trenes.
El resultado fiscal primario (que no contabiliza el pago de deudas) de abril equivale al 0,2% del PIB, lo que, para la cartera, “ratifica la tendencia de reducción del déficit” prevista por el Gobierno de Mauricio Macri.
“Transcurrido un tercio del año, el resultado primario alcanzó un déficit de 0,6% del PIB, y representa el 14% de nuestra meta anual, que es de 4,2% del PIB”, aseguró el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne.
“Seguimos normalizando las cuentas públicas con ingresos que crecen más que los gastos y con una reorientación del gasto público de acuerdo a nuestras prioridades. Destinamos cada vez más recursos a ampliar la infraestructura del país, con más obra pública, y a mejorar la situación de aquellos sectores más vulnerables”, agregó.
En ese sentido, Dujovne apuntó que de cada cuatro pesos que se gastaron en 2017, tres se destinaron a obra pública y prestaciones sociales.
“Y de a poco vamos gastando menos en subsidios económicos. Todo ello en un marco de previsibilidad y consistencia que nos dan las metas fiscales”, aseguró.
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