domingo, 1 de abril de 2018

La incertidumbre y el dinero

Los cambios constantes en los mercados y las expectativas y variables emotivas asociadas, conllevan a la necesidad de mantener una estrategia que afecte en poca medida una cartera de inversión gerenciada. Como es sabido, el uso del dinero orientado a la inversión (obviamente, luego de hacer los apartados correspondientes para gastos y precaución) debe de estar estructurado de tal forma, que se haga poco afectado por los cambios, a veces, impredecibles de los mercados. Para ello, el diseño de una cartera de inversión que incluya opciones de varios mercados es lo aconsejable. Básicamente, el dinero circula en tres mercados financieros como lo son: el Monetario representado por colocaciones de corto plazo en instituciones bancarias; el Mercado Cambiario, constituido por títulos y operaciones en moneda extranjera, y el mercado de Valores o de Capitales, representado por colocaciones de largo plazo, esto es mayores a un año. Este criterio de diseño es aplicable tanto para inversores residentes en un país o como en el extranjero.

La diversificación de una cartera de inversión es clave, dependiendo por supuesto, de las características psicológicas del inversionista, en cuanto al manejo de riesgos.

Una cartera de inversión se reparte en títulos valores orientados a los mercados antes mencionados, con el fin de que el inversionista se encuentre presente simultáneamente en los mismos. En este sentido, los títulos de renta fija tanto del mercado monetario y mercado de capitales, pueden constituir una proporción en un diseño de cartera, tal que permita que lo ganado por intereses cubra las posibles variaciones negativas no esperadas en los títulos valores del mercado cambiario y de renta variable en el mercado de valores. Para de esa forma equilibrar los efectos de los mercados en los peores escenarios planteados a priori. Es obvio, que de no materializarse los escenarios negativos, la cartera crece con un buen rendimiento.

Como los mercados financieros están relacionados unos con otros, se afectan entre ellos, por ejemplo, un incremento en las tasas de interés domestica puede afectar el mercado de valores haciendo que la cotización de acciones y bonos en el mercado bursátil tienda a disminuir; por su parte en el mercado cambiario, el precio de la moneda extranjera tendera a bajar, por una valorización de la moneda local.

Una cartera de inversión equilibrada con presencia de títulos valores de los tres mercados, absorberá los cambios, suavizando lo brusco de la variaciones y preservando su valor de mercado.

Es por ello que antes de invertir el dinero, se debe invertir primero el tiempo en el diseño de una cartera de inversión equilibrada, a la medida de la personalidad del inversor, y tomando en cuenta los posibles escenarios optimistas y no optimistas.



Fuente: https://ift.tt/2GMzK9I

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