El análisis económico que se haga sobre Venezuela en este momento debe superar la muy extendida tendencia a subestimar las decisiones del gobierno. Independientemente de si se puede proyectar su utilidad o no para resolver la grave crisis, hay que estar prevenido para verlas con atención y desde la lógica populista natural del chavismo.
El presidente Nicolás Maduro hizo una serie de anuncios que asegura son el inicio de la aplicación de un plan estructural que busca estabilizar los precios, atraer divisas y flexibilizar el mercado cambiario. Los detalles sobre esos temas están por conocerse, pero las autoridades reiteran su promesa de que “ahora sí” lograrán su cometido.
Hay que tomar con pinzas las palabras de Maduro, que luego fueron reiteradas por el vicepresidente de Economía, Tareck El Aissami, quien agregó pocos detalles. El gobierno está consciente de la necesidad de frenar la hiperinflación y sus estrategias para hacerlo comenzarán a desplegarse con la reconversión monetaria.
Los anuncios muestran que la toma de decisiones comenzó a descongelarse, pero acorralados por una terrible gestión previa y el aislamiento internacional, los experimentos que se avecinan hacen que la cautela siga activa para ver el desarrollo de estas medidas.
En el informe semanal de Aristimuño Herrera & Asociados analizamos las recientes medidas del gobierno, presentamos las perspectivas sobre la industria petrolera venezolana y respondemos a la pregunta ¿cómo sobrevivir hoy y crecer mañana?
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