La producción de cobre de Chile, la mayor del mundo, fue afectada este lunes por un paro en la mina Chuquicamata mientras que en la gran mina Escondida la huelga se considera inminente.
La madrugada de este lunes, trabajadores de la minera estatal Codelco bloquearon los accesos a Chuquicamata, en el norte del país, exigiendo la restitución de dos operarios despedidos.
Se “inicia paro total de Chuquicamata, división tomada, caminos cortados”, dijo uno de los sindicatos en un comunicado.
“Se agotaron todas las instancias para obtener un dialogo participativo”, agregaron los trabajadores, que bloquearon los accesos al yacimiento con barricadas incendiarias, según mostraron imágenes de la televisión.
La estatal Codelco, dueña de Chuquicamata, es la principal productora mundial de cobre, con cerca del 11% de la producción global. En tanto, Chuquicamata, es el mayor yacimiento del mundo de este metal a rajo abierto.
Codelco rechazó la movilización a la que calificó de “ilegal”.
El paro “altera el orden público, pone en riesgo a las personas, impide el normal desarrollo del negocio y va en contra de todo el proceso de diálogo”, afirmó en un comunicado de prensa.
El gobierno, en tanto, se comprometió a “garantizar que se respete el orden público”, según dijo la portavoz oficial, Cecilia Pérez, agregando que “el ministerio del Interior está trabajando y vamos a mantener el orden público”.
Pero para analistas detrás de esta medida de fuerza estaría el interés de los trabajadores de influir de mayor manera en el plan para reconvertir el yacimiento en una mina subterránea, lo que implicaría el despido de unos 1.700 de los 5.600 trabajadores del yacimiento.
El despido “es una situación coyuntural que está siendo utilizada como una excusa”, dice a la AFP el director de la consultora Plusmining, Juan Carlos Guajardo.
Con cerca de 300.000 toneladas de cobre producidas al año, el yacimiento se encuentra en plena fase de faenas de un ambicioso proyecto para convertir su operación en subterránea y así extender su vida por otras cuatro décadas.
Tras un siglo de explotación, se hacía cada vez más costoso extraer el mineral de la inmensa mina ubicada en pleno desierto de Atacama y que tiene aún reservas por 1.700 millones de toneladas de cobre, más del 60% de lo explotado hasta ahora.
– Muestra de fuerza –
En tanto, otro importante yacimiento de cobre del norte de Chile también podría paralizar. Los trabajadores de la mina Escondida, controlada por la gigante BHP, votaban desde el sábado una última oferta salarial de la empresa, la que ya fue rechazada por el sindicato.
“Hemos concluido en conjunto rechazar esta oferta”, ya que “no reconoce el esfuerzo cada vez mayor que se nos exige y que permite a esta empresa ser la mayor y más exitosa minera del mundo”, dijo una comunicación del sindicato.
“La huelga es inminente; no nos hemos podido encontrar con la compañía”, afirmó por su parte el sábado a la AFP Carlos Allendes, uno de los voceros del sindicato.
La votación finaliza el próximo miércoles.
Si se confirma el rechazo de la oferta, se dará inicio a una mediación en la que intervendrá la Dirección del Trabajo. Pero, de no alcanzarse un acuerdo en esa instancia, arrancaría una nueva huelga, tal como ocurrió el año pasado cuando los trabajadores paralizaron la compañía por 44 días, afectando directamente la producción del 5% del cobre mundial.
Los trabajadores piden un aumento salarial del 5% y un bono de término de conflicto del 4% de los dividendos que recibieron los accionistas el año pasado (unos 34.000 dólares por trabajador). En las negociaciones, la empresa aumentó su oferta inicial de 13,5 millones de pesos chilenos a 15 millones (23.000 dólares) de un bono de término de negociación para cada trabajador.
La probabilidad de una huelga a partir de los que hemos conocido en los últimos días es bastante alta”, agrega Guajardo, alertando que el impacto de esta movilización “son bien importantes” para la industria del cobre mundial, la economía chilena y de la región de Antofagasta, en el norte del país.
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