El economista y presidente de la consultora Aristimuño Herrera & Asociados, César Aristimuño, insistió en que la política de encaje legal aplicada por el Banco Central de Venezuela genera una situación «peligrosa e inconveniente», no solo para el sistema financiero, sino para toda la economía, porque reduce la posibilidad de generar crecimiento económico, en medio de un cuadro de elevada inflación, lo que se traduce en un impacto negativo en el poder adquisitivo de la población.
Entrevistado en el programa «Primera Página» de Globovisión, Aristimuño explicó que la aplicación concurrente de un encaje legal bancario de 57% y de un encaje marginal de 100% a los depósitos de la banca, deja a las instituciones financieras sin la indispensable «materia prima» para cumplir su función básica de intermediación financiera, y la banca paga las consecuencias.
«La banca ve cerrada su principal fuente de ingreso. Al mes de abril, la cartera de crédito representó el 29% de los ingresos totales del sistema, mientras un año atrás ese componente era cercano a 50%. La actividad crediticia aporta cada vez menos ingresos al sistema financiero, lo que genera serios problemas; por ejemplo, las operaciones interbancarias de crédito pagan tasas sobre 100%, con multas hasta 19%, cuando la banca no puede cubrir el encaje», puntualizó el economista, especialista en materia financiera y bancaria.
Pero, más allá del costo que esta estrategia de restricción de liquidez representa para la banca, está el costo que paga la sociedad. Aristimuño señaló que esta política agrava un panorama económico ya de por sí deteriorado, sin que se cumpla el objetivo primario de su implantación, que fue detener el crecimiento de la paridad en el mercado del dólar paralelo.
«En Aristimuño Herrera & Asociados estimamos contracción del Producto Interno Bruto de entre 25% y 30%, lo que se traduce en una caída acumulada de entre 60% y 65% en cinco años. Sin duda, una situación muy grave, a tal punto que los niveles de producción están en mínimos históricos. Para que se tenga una idea precisa, al cierre del año pasado el PIB nominal fue equivalente a unos 90.000 millones de dólares que era el mismo de 1999″, estableció el especialista entrevistado en Globovisión.
– La demanda como problema –
El economista César Aristimuño aprovechó la oportunidad para poner el acento en uno de los problemas medulares del entorno económico actual; la caída pronunciada de la demanda interna. «Sin duda, todas las empresas venden menos en términos de unidades».
En consecuencia, cuestionó los elementos básicos de la estrategia monetaria oficial, pues ni el encaje legal como limitante de la liquidez ni los controles funcionan para terminar con la inflación y relanzar el aparato productivo. Aristimuño dejó claro que la inflación y la liquidez excedentaria que la genera se desaceleran, no desaparecen. «Los precios seguirán subiendo de manera importante en los próximos meses».
No obstante, destacó que Aristimuño Herrera & Asociados cree que, de seguir las circunstancias presentes, la inflación de 2019 puede no llegar a 1.000.000%, muy lejos de la estimación de 10.000.000% que mantiene el Fondo Monetario Internacional
– La palabra mágica –
Para el presidente de Aristimuño Herrera & Asociados, la palabra mágica para destrabar el nudo que representa la situación de la economía venezolana es confianza, por lo que, en su opinión, se requieren rectificaciones importantes y urgentes. «Tenemos 20 años con un modelo cuyos resultados no son positivos», apuntó.
César Aristimuño destacó que «los agentes esperan que haya confianza en la economía para invertir, que se puedan repatriar los dividendos en divisas y que se faciliten los procesos productivos. No es estrangulando una parte fundamental de la economía es que vamos a superar la situación».
Preguntado sobre el panorama económico para los próximos 90 días, Aristimuño respondió: «Enfrentaremos un panorama muy difícil en los próximo tres meses. Las sanciones no han profundizado su impacto en los diversos sectores y todavía es un proceso pendiente. La población debe estar preparada».
En cuanto a algunos temas específicos de la coyuntura, el economista César Aristimuño destacó:
-Mesas cambiarias: «Esa decisión fue forzada por las sanciones contra el BCV. Hasta ahora han privado las operaciones de menudeo, pero el mercado corporativo, de mayor volumen, tendrá una evolución más lenta, porque hay limitación de corresponsalía internacional en algunas entidades, porque las sanciones de Estados unidos generan temor. Sin embargo, se puede esperar que ese mercado gane más profundidad, siempre que exista una mayor oferta de divisas disponible».
-Dolarización: «En Venezuela, ya existe una dolarización de facto. Los fenómenos económicos no se regulan por decretos».
-Sistema de pagos complementario local: «Es muy difícil desligarse de las franquicias internacionales. Obviamente, se puede crear un sistema propio, pero en el país existen limitaciones, como la falta de robustez en el servicio de telecomunicaciones. Sin duda, la banca necesita una garantía de que este modelo va a permitir un funcionamiento eficiente».
Fuente: http://bit.ly/2EEreHx
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