El deterioro que generan las crisis económicas puede dar la percepción de que se ha entrado en una espiral imparable. Conceptos como hiperinflación o maxidevaluación parecen estar a la orden del día y los niveles de incertidumbre aumentan, mientras que muchas veces se genera una parálisis ante las dificultades para la planificación de las empresas.
En medio de condiciones como las descritas, se hace necesario observar fríamente los principales indicadores económicos y su posible evolución en el corto plazo.
Partiendo de un análisis realista y objetivo, sin entrar en pánico ni adoptar un optimismo a ciegas, es posible prever que el año próximo será el año en que se concrete el ajuste macroeconómico para Venezuela, un proceso que se ha ido desarrollando paulatinamente a un alto costo y a veces en forma disimulada o imperceptible, pudiendo definirlo como un ajuste a la venezolana.
Si se parte del comportamiento de la inflación, lejos de los pronósticos que la ubican sobre 1000 o 1500% para el cierre del año próximo, es posible proyectar que el indicador de precios experimentará una desaceleración que la ubicará alrededor de 350%.
Si usted desea conocer los cálculos a partir de los cuáles se presenta la proyección anteriormente señalada, a cargo de Aristimuño Herrera & Asociados, lo invitamos a conocer nuestros planes de suscripción a través de los cuales podrá recibir el Informe Privado semanal en que se incluyen dichas previsiones.
Si desea conocer más acerca del Informe Privado, puede observar en este enlace un modelo de prueba.
Fuente: http://ift.tt/2h65qq3
No hay comentarios:
Publicar un comentario