El suministro de crudo pesado de Venezuela a la refinería independiente estadounidense Phillips 66 ha caído en más de dos tercios este año, en parte debido a problemas de calidad, y la compañía ha cancelado al menos un cargamento en los últimos meses, según fuentes de la petrolera estatal PDVSA.
Phillips 66 también ha pedido descuentos al precio de otros envíos de crudo venezolano, según las fuentes.
El suministro de crudo pesado de Venezuela a la refinería Sweeny de Phillips 66 en Texas cayó a 33.500 barriles por día (bpd) en junio desde 105.000 bpd en enero, según datos de Thomson Reuters Trade Flows. El contrato entre Phillips y Petróleos de Venezuela (PDVSA) permite un suministro máximo de 170.000 bpd.
El crudo Merey que Phillips 66 típicamente recibe de Caracas debe ser procesado antes de su envío para eliminar su alto contenido de sal y metales. Pero problemas operacionales en la Faja del Orinoco de Venezuela han cambiado la calidad de algunos grados del crudo para exportación, dijo una de las fuentes.
Phillips 66 declinó realizar comentarios sobre “temas de carácter sensible desde el punto de vista comercial”.
La merma en la calidad del crudo venezolano ocurre en momentos en que la producción ha bajado y una creciente cantidad de barriles del país es usada para pagar préstamos recibidos de Rusia y China.
Eso ha disminuido los suministros para los clientes comerciales de PDVSA, principalmente en Estados Unidos, que en mayo importó 767.000 barriles por día de crudo y combustibles de Venezuela. El país sudamericano es una fuente clave de suministros de crudo pesado para las refinerías estadounidenses.
Phillips procesó menos crudo pesado en sus nueve refinerías en el segundo trimestre, dijo el martes la compañía en una conferencia telefónica. Su presidente ejecutivo, Greg Garland, atribuyó la baja a trastornos en Venezuela, un menor suministro de productores de Oriente Medio y problemas con las arenas bituminosas de Canadá.
Las débiles exportaciones petroleras de Venezuela son uno de los motivos por los cuales las refinerías estadounidenses están dejando de lado el crudo pesado.
Algunas empresas también intentan reducir el impacto en sus negocios en caso de que Washington imponga sanciones que afecten a los suministros del país sudamericano tras la controvertida elección de una Asamblea Nacional Constituyente impulsada por el presidente Nicolás Maduro.
Hasta el momento, Estados Unidos se ha concentrado en imponer sanciones a Maduro y a otros funcionarios, sin apuntar a la industria energética de Venezuela.
La unidad de PDVSA en Estados Unidos, Citgo Petroleum; Valero Energy; Chevron Corp; y Phillips 66 fueron los mayores importadores de crudo venezolano en la primera mitad del año, según datos de Reuters.
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