La Alianza del Pacífico se comprometió hoy a modernizar el bloque y acrecentar su liderazgo regional a fin de poder plantarle cara al proteccionismo, una ola totalmente contraria a sus ideales.
En la declaratoria conjunta de cierre, el presidente de México, Enrique Peña Nieto, anunció la creación de una Visión 2030 que marcará la pauta para el bloque en los próximos 12 años.
Así, se buscará lograr una mayor integración, profundizar los actuales avances, consolidar la proyección de la Alianza del Pacífico, particularmente hacia Asia-Pacífico, aumentar la conectividad digital y avanzar en áreas como servicios financieros y ciberseguridad, entre otros.
Su homólogo peruano, Martín Vizcarra, quien asumió la Presidencia pro tempore del bloque, señaló que la “visión estratégica al 2030 constituye un paso fundamental para alcanzar la libre movilidad de bienes, servicios capitales y personas”.
En la XIII cumbre, que tuvo lugar el 23 y 24 de julio en el balneario de Puerto Vallarta, en el Pacífico mexicano, ha habido dos temas pilares: la unión con el Mercosur y la modernización del bloque.
Y esta declaración de clausura -en el que los cuatro mandatarios, Peña Nieto, Vizcarra, Juan Manuel Santos (Colombia) y Sebastián Piñera (Chile) han mostrado gran sintonía- no ha hecho más que reforzar las máximas que se han ido expresando a lo largo de dos jornadas.
Este lunes, en una conferencia de los jefes de Estado, el mensaje fue unánime: hay que relanzar la Alianza del Pacífico.
Ante el peligro de quedarse “obsoleta antes de tiempo”, Piñera apostó por “acelerar el proceso de integración”.
Santos aseguró que este bloque – que constituye 38 % del Producto Interno Bruto (PIB) y 50 % del comercio total de América Latina – puede ser la “antítesis” al proteccionismo de otros países, y además servir de ejemplo.
El momento estelar de esta cumbre, por su importancia política y económica, llegó ante la firma de un plan de acción entre la Alianza del Pacífico y el Mercosur (Argentina, Brasil, Uruguay Paraguay) para avanzar en la facilitación del comercio y la integración en áreas como la movilidad de personas o el tráfico.
“Hoy los presidentes enviamos al mundo una clara señal que juntos impulsamos la integración regional y el libre comercio”, dijo Peña Nieto.
La presidencia pro tempore de México en este bloque duró, en esta ocasión, solo dos días, pues hoy le tomó el relevo Perú para que a partir de ahora la cumbre coincida con el final de un año de mandato.
Tras la Cumbre Alianza Pacífico-Mercosur, presentada como un desafío al proteccionismo que impulsan potencias como Estados Unidos, se inauguró formalmente la XIII cumbre con la prioridad de consolidar el mecanismo en beneficio de América Latina en su conjunto.
Peña Nieto aseveró que el encuentro permite evaluar los avances, el liderazgo regional y la integración de este mecanismo. Por ejemplo, en logros como la liberalización del 96 % del comercio de bienes.
Destacó el papel de los 55 estados observadores y la negociación con Australia, Canadá, Nueva Zelanda y Singapur, como primeros Estados asociados al bloque.
Posteriormente, se espera que Ecuador y Corea del Sur también se conviertan en Estados asociados.
Poco después, Piñera celebró, en rueda de prensa, la “nueva etapa” del bloque, que representa la octava potencia mundial con 223 millones de personas.
En esta nueva fase, explicó que se buscará acelerar el proceso de “desgravación arancelaria” y la “eliminación de barreras paraarancelarias” hasta una total zona de libre comercio.
Aunque pocas, también hubo alguna oportunidad para declaraciones fuera del programa oficial.
Así, se logró conocer que el equipo del futuro presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, muestra optimismo ante la modernización del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que reanuda conversaciones este 26 de julio en Washington, y en la que participarán.
La próxima ministra de Economía, Graciela Márquez, dijo que es un “buen momento para el relanzamiento de negociaciones”.
Jesús Seade, jefe del equipo negociador del TLCAN a partir del 1 de diciembre, cuando López Obrador asuma el cargo, consideró una “alta prioridad” el éxito en la modernización de este convenio comercial en vigor desde 1994.
El gran ausente en la cita fue López Obrador, quien declinó días antes su participación alegando que todavía no ha sido oficialmente declarado presidente electo por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
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