América Latina enfrenta importantes retos en materia de infraestructura para el año próximo. Estos son algunos de ellos:
Atraer inversión privada. El aumento de las tasas por parte del FED está provocando una salida de inversiones internacionales en América Latina tanto de forma directa como de forma directa mediante la compra de deuda pública y privada. Esto va a limitar el acceso a la financiación de proyectos de infraestructuras y de la financiación de los presupuestos de gobierno. Ahora más que nunca el formato PPP, es decir colaboración pública privada o la concesión e proyectos a iniciativa privada, será una solución para continuar en la modernización de carreteras, puertos, aeropuertos y otros proyectos en la región. Según CAF, los países de la región invierten actualmente 2,5% de su PIB en infraestructuras. La cifra debería ser del 5% durante los próximos 20 años para recuperar el atraso que Iberoamérica sufre respecto a otras regiones
La duda sobre la inversión china. El dinero y las empresas de este país han sido unos protagonistas cada vez más importante en la construcción de importantes proyectos en Iberoamérica. Pero la tendencia puede, por lo menos, aplanarse cuando no sufrir un retroceso. El gobierno chino mira cada vez más la viabilidad económica de los proyectos en los que se implica, más allá de la clave política. Esto ya se ha nota en África, donde China está analizando parar diversos proyectos o por lo menos revisados por la pérdida de dinero, y podría afectar a Iberoamérica.
Mejorar seguridad política y legal. 2018 fue un año de cambios políticos, con nuevos presidentes en mercados tan importantes como México, Brasil, Colombia o en Perú. La paralización del nuevo aeropuerto de la Ciudad de México volvió a destacar la importancia de la política en estos países. Argentina afrontará un nuevo ciclo económico. La seguridad política y acuerdos de Estado que hagan que los proyectos sobrevivan a cambios político seguirá siendo una asignatura pendiente de la región. En años pasados hubo un aumento de disputas privada-pública y privada-privada que terminaron en organismo internacionales de arbitraje. El listado de casos pendientes aún en el CIADI, muestra que gran parte de las disputas están localizadas en la región. Una mayor formación técnica de los funcionarios públicos podría mejorar la redacción de proyectos y concesiones y análisis técnicos, reduciendo estos conflictos.
Energías renovables: rentables desde el comienzo. La tendencia es imparable a nivel mundial. También en América Latina donde la eólica o la solar tardó en entrar en la matriz económica, pero sin embargo entraron ya con precios competitivos y casi sin subvenciones. A diferencia de otros grandes proyectos energéticos (petróleo, grandes hidroeléctricas) este proyecto cuenta con apoyo social y de gobiernos de casi todos los colores, y además al tratarse más de muchos proyectos de tamaño pequeño o mediano y casi siempre con capital privado, sus expectativas de desarrollo ágil y sin problema son muy buenas. El desarrollo del mercado de bonos y banking verde, que favorece sus financiaciones, también apoyan su desarrollo. El mayor problema es la falta de formación de profesionales que puede llegar a escasear y lastran el desarrollo de empresas locales en este ámbito. Costa Rica es un país casi totalmente alimentado por energías renovables, la eólica ya supone alrededor de 15% de la matriz de Uruguay.
Aumentar la productividad con innovación y tecnología. La construcción e ingeniería son sectores en los que la productividad ha aumentado mucho más lentamente que en otros, pero la metodología BIM está cambiando esto. En tiempo de menos financiación y mayor exigencia para que los proyectos sean más eficientes social y económicamente, los especializas BIM y la metodología han llegado para quedarse y revolucionar el sector. La digitalización ha llegado a este ámbito profesional y se tendrá que aplicar. En muchas regiones del mundo nuevas herramientas y tecnologías, como los drones por ejemplo, se utilizan para revisar redes eléctricas o infraestructuras para reducir costes-
Mayor Integración, cooperación y smartcities. En este entorno que ofrece menos financiación y exige más resultados, las autoridades y empresas deberán ver los proyectos de transporte, energía u otro tipo de infraestructuras de forma integral. Las construcciones de carreteras deberán, como ejemplo, aunque siempre debió ser así, formar parte de desarrollos integrales de movilidad con los sistema de metro, ferrocarriles y puertos. Una gestión enfocada a crear valor a nivel nacional para aumentar la productividad del resto de sectores.
Fuente: http://bit.ly/2AigvjN
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