El papel que Estados Unidos asumió para desalojar a Nicolás Maduro del poder se ha convertido en el impulso clave que ilusiona a los venezolanos con ver el fin de 20 años de gobierno chavista. De las declaraciones se pasó a drásticas acciones con un movimiento diplomático y económico intenso que busca la realización de elecciones libres en el país. La mayor potencia del mundo se ha embarcado en una estrategia de alta rentabilidad/alto riesgo, dándose a sí misma la posibilidad de poco margen de error.
La nación norteamericana ha servido de chivo expiatorio del gobierno para desviar la atención y atribuirle las causas del desastre económico del país, pero en la práctica siguió siendo el principal socio petrolero.
La dependencia venezolana del petróleo, profundizada en las últimas dos décadas, vino con un fortalecimiento del cordón umbilical con Estados Unidos, el principal cliente que tiene Petróleos de Venezuela (Pdvsa) para generar caja y proveedor fundamental de los insumos para la refinación local.
En el informe semanal de Aristimuño Herrera & Asociados analizamos el impacto económico de la posición de Estados Unidos en crisis venezolana, revisamos las decisiones del BCV para estabilizar el mercado cambiario y exploramos el tema de transformación digital de la banca.
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Fuente: http://bit.ly/2Grh8LM
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