Mientras operadores como AT&T y Verizon planean contar con redes móviles 5G este año en Estados Unidos, en Latinoamérica hay otros como Cuba, al que acaba de llegar el 3G, o como Costa Rica, El Salvador, Panamá o Nicaragua, donde el despliegue del 4G está en sus inicios.
“Considerando que las inversiones en 4G siguen en curso y que la adopción de la tecnología por parte de los consumidores aún se encuentra en su etapa incipiente, el 5G se perfila como una tecnología a medio y largo plazo en la región” de América Latina y el Caribe, de acuerdo con un informe de la GSMA, patronal de los operadores móviles.
Se prevé que en 2025 haya más de 62 millones de líneas 5G en América Latina y el Caribe, el 8 % de las conexiones totales en toda la región, según las previsiones de la GSMA, organizadora del Congreso Mundial de Móviles (MWC) que arranca este lunes en L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona) con el 5G precisamente con máximo protagonista.
En Europa, las líneas 5G supondrán el 29 % del total en 2025 y en América del Norte el 49 %, mientras que en la región de Asia-Pacífico serán un 14 % y en África subsahariana sólo un 3 %.
“La mayoría de los lanzamientos de 5G en América Latina y el Caribe no se esperan hasta mediados de la próxima década”, añade el informe “La Economía Móvil en América Latina y el Caribe en 2018”, publicado en diciembre pasado con datos regionales actualizados a mediados del año pasado y por países a cierre de 2017.
Así, el informe destaca que la adopción del 4G -la red que ha hecho posible el vídeo en streaming o la realidad virtual o aumentada en el móvil- alcanzó el 35 % de las conexiones totales en América Latina y el Caribe y estimaba que para finales del año pasado superaría al 3G como la tecnología dominante.
Un dato conjunto tras el que hay muchos matices, como que a Cuba acaba de llegar el 3G, que en 2017 no había 4G en Haití -la GSMA no tiene datos de que se hayan lanzado en 2018- o que la adopción de la red móvil de cuarta generación era inferior al 10 % en países como Costa Rica, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Panamá.
En Uruguay, mientras tanto, la adopción del 4G era en 2017 del 44 % o en Brasil del 46 %.
Diferencias que persistirán en los próximos años: la previsión es que a finales de 2025 la adopción del 4G alcance el 64 % en América Latina y el Caribe, con países muy avanzados como Brasil, donde será del 87 %, o Chile (75 %), pero con otros donde no superará el 25 %, como Nicaragua (20 %), Honduras (16 %), Guatemala (24 %) y El Salvador (22 %).
En Cuba, la GSMA no prevé que en 2025 esté disponible el 4G aún.
Las diferencias se reproducen en usuarios de teléfono móvil, con países como Argentina, Chile o Panamá, con tasas de penetración superiores al 80 % ya en 2017, y otros como Cuba (36 %), Nicaragua (46 %) o Guatemala (50 %).
A mediados de 2018 en América Latina y el Caribe había 442 millones de clientes móviles, el 68 % de la población, porcentaje que se prevé que para 2025 se eleve al 74 %, lo que no quiere decir que en todos los países tres cuartas partes de la población vaya a tener móvil: los habrá como Panamá, con un 88 % de adopción, y como Nicaragua, con un 56 %.
Los países donde mayor incremento en clientes móviles se va a registrar son Brasil, que sumará 20,6 millones hasta 2025, y México, que sumará 18,7 millones.
El informe también revela marcadas diferencias en adopción de “smartphones”, muy evidentes si se compara la penetración del 75 % que tenía Brasil en 2017 con la del 35 % de Bolivia o Haití.
En este caso, todos los países incrementarán de forma notable la adopción de teléfonos inteligentes, pese a “los desafíos de la asequibilidad”, y en 2025 los porcentajes oscilarán entre el 86 % de Brasil y el 65 % de Bolivia, según la GSMA.
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