El jurado presidido por el director mexicano Alejandro González Iñárritu otorgó este sábado la Palma de Oro del Festival de Cannes al filme «Parásito», del surcoreano Bong Joon-ho.
La película, una de las favoritas de la crítica, es una reflexión sobre la injusticia social y narra la historia de una familia pobre que se las arregla para trabajar en una lujosa mansión.
El cineasta de espesa cabellera negra, gafas de montura fina y rostro cuadrado, empezó a despuntar entre los realizadores hace algo más de quince años, con el thriller «Memories of Murder» (2003).
«Snowpiercer» («Rompenieves» o «El expreso del miedo»), un filme de ciencia ficción con Tilda Swinton y Chris Evans, le abrió las puertas de Hollywood diez años después, en 2013. En 2017, compitió por la Palma de Oro en Cannes con «Okja».
La consagración le llegó con la tragicomedia «Parásito», con la que obtuvo el más alto galardón del festival francés.
Bong Joon-ho (49 años) explora en «Parásito» las insalvables diferencias entre clases sociales a través de una tragicomedia intimista.
La película narra la historia de una familia sin empleo que malvive en un sótano. El azar y una buena dosis de ingenio hacen que consigan trabajar para una rica familia.
En «Okja», donde contaba la odisea de un joven surcoreano para llevar a su montaña a su mejor amigo, un enorme cerdo modificado genéticamente, el director enviaba varios mensajes a favor de la ecología y contra el capitalismo.
Unas convicciones que ya se dejaron sentir en cintas anteriores de Bong, que estudió sociología en la prestigiosa universidad Yonsei de Seúl. «Memories of Murder» dibujaba la atmósfera represiva de los años 1980 bajo el mandato del ejército y fue percibida como una sátira de la sociedad surcoreana.
– Lista negra –
En su taquillazo de 2006 «The Host», describía la incompetencia de un gobierno frente a un desastre. Ocho años después, muchos surcoreanos establecieron paralelismos entre ese thriller fantástico y la catástrofe del ferry Sewol, en la que 304 personas, la mayoría estudiantes de secundaria, murieron en 2014.
El gobierno fue acusado de incompetencia a la hora de socorrer a las víctimas y Bong, que se declaró profundamente traumatizado por esa tragedia, fue una de las personalidades que reclamaron una investigación.
Su trabajo le costó ser incluido en una «lista negra» de las autoridades surcoreanas en la época de la expresidenta Park Geun-hye, hija de un dictador, y destituida en marzo de 2018. Las autoridades apuntaron contra figuras destacadas de la literatura, del cine, de la danza o del teatro que manifestaron «pensamientos de izquierdas», es decir, que eran críticos con el gobierno.
Park Chan-wook, que ganó el Gran Premio en Cannes con «Oldboy» en 2004 y fue miembro del jurado de Cannes en 2017, también formaba parte de la lista.
«Fue por esos años de pesadilla que muchos artistas surcoreanos quedaron profundamente traumatizados», explicó Bong Joon-ho a la AFP, convertido en una voz destacada en la escena artística de su país.
Fuente: http://bit.ly/2QnKVIt
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