El béisbol en Venezuela, en cuenta de tres bolas y dos strikes por la decisión de las Grandes Ligas de Estados Unidos de prohibir a sus peloteros jugar en el país caribeño, inicia este martes la temporada 2019-2020.
La voz de ‘play ball’ suena en tiempos de convulsión, mientras la dirigencia de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional (LVBP) espera el pitcheo decisivo: ¿Si un jugador con contrato con organizaciones de la Major League Baseball (MLB) se uniforma en Venezuela violaría las sanciones impuestas por Washington contra el gobierno de Nicolás Maduro?
«Queremos trabajar con (las) Grandes Ligas (…). Han sido nuestro principal asociado y queremos que eso siga así», declaró a la cadena ESPN el presidente de la LVBP, Giuseppe Palmisano, quien asumió el cargo en plena crisis tras la renuncia de Juan José Ávila.
Los campeones Cardenales de Lara debutarán en casa ante las Águilas del Zulia. El resto de los juegos de la jornada inaugural serán Tigres de Aragua-Leones del Caracas, Bravos de Margarita-Navegantes del Magallanes y Tiburones de La Guaira-Caribes de Anzoátegui.
Cada uno de los ocho equipos debió reestructurar nóminas por la imposibilidad de contar con sus piezas de Grandes Ligas y sus principales prospectos en las menores tras la prohibición anunciada en agosto pasado.
Ello a la espera de una aclaratoria de la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro de Estados Unidos.
La raíz del veto ha sido el dominante patrocinio de la estatal petrolera Pdvsa, al que ahora la LVBP dijo renunciar.
Palmisano aseguró que el campeonato será 100% financiado por patrocinio privado.
Tijeretazo al calendario
El quiebre con MLB se sumó a la grave crisis económica, que había obligado a una drástica reducción del calendario.
La ronda regular, que tradicionalmente comenzaba a mediados de octubre, pasa de 63 a 42 juegos por equipo. Los playoffs, en los que el eventual campeón juega tres series al mejor de siete juegos, sí mantienen el viejo formato.
Venezuela es el segundo mayor exportador de grandeligas después de República Dominicana.
Un centenar de venezolanos vio acción en las Grandes Ligas en 2019 y más de 1.800 en las menores, por lo que el impacto de la prohibición es demoledor.
Los mánagers no fueron excepción. Los equipos debieron escoger timoneles a contrarreloj y cuatro de los elegidos dirigen por primera vez: Luis Ugueto (Cardenales), Jackson Melián (Caribes), Alex Núñez (Bravos) y Renny Osuna (Tiburones).
«No es fácil»
Como bálsamo, jugadores con experiencia reciente en las Mayores pudieron incorporarse a sus equipos en Venezuela, estando actualmente sin contrato en el béisbol organizado estadounidense.
Un ejemplo es Jesús Sucre. El receptor, que jugó en 2019 con los Orioles de Baltimore, se reportó a las prácticas de Caribes.
Wilfredo Tovar, quien militó este año con los Angelinos de Los Ángeles, hizo lo propio con los Leones.
Sin embargo, Tovar dejaría el equipo si consiguiese firmar con una organización de las Mayores tras vencerse su vínculo con los Angelinos.
«No es fácil dejar al equipo casi varado, así en la calle, pero mi mente no está en eso. Quiero salir, disfrutar, ayudar al equipo y darle ánimo a la gente», comentó el infielder a la prensa.
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