El gobernador del estado Miranda, Henrique Capriles, expuso que darle la mano a otro no es un acto de traición y lo que se dio el domingo fue un encuentro con la participación de la Iglesia, la cual había sido solicitada previamente por la oposición.
Asimismo sostuvo que el Gobierno se está jugando la última carta a lo interno y hacia afuera -ante la mirada de la comunidad internacional- y por eso aceptó la presencia del Vaticano en Venezuela.
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