Estados Unidos evaluará antes de las elecciones del próximo 22 de abril nuevas sanciones contra Venezuela que podrían incluir un embargo petrolero, según dijo a Bloomberg una fuente del Departamento de Estado.
Hasta ahora no hay una decisión final y se sigue evaluando el impacto de las sanciones en la población venezolana, así como en las refinerías estadounidenses que trabajan con el crudo pesado exportado por Petróleos de Venezuela.
La fuente aseguró que se contemplan dos opciones. La primera es restricciones al sector petrolero venezolano o intensificar las sanciones financieras. El objetivo final es restringir los ingresos del gobierno por la vía del negocio del crudo.
Un embargo petrolero significaría un duro golpe para la industria venezolana que tiene en Estados Unidos a clientes que cancelan en efectivo y cuyas refinerías están adecuadas para el crudo nacional. Además, de allí se importan productos como la nafta que se utilizan en la industria nacional para procesar el crudo pesado de la Faja, de donde proviene la mayor parte de la producción.
En julio del año pasado, días antes de las elecciones para la Asamblea Nacional Constituyente, proceso cuestionado nacional e internacionalmente, Estados Unidos sancionó a 13 funcionarios del gobierno de Maduro por “el socavamiento de la democracia”.
Luego en agosto impuso sanciones directamente al presidente Nicolás Maduro, el día después de las elecciones de la ANC. Ese mismo mes, se aplicaron sanciones financieras a la República y a Pdvsa.
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