Nunca antes el sector agropecuario había estado peor. Con escasez de insumos de todo tipo, aumento del abigeato y contrabando de extracción de reses, la confiscación de mercancías por parte de algunas alcaldías y gobernaciones al momento de su traslado y hasta la falta de combustible, los venezolanos sufren las consecuencias en los anaqueles y en sus bolsillos.
Carlos Odoardo Albornoz, presidente de la Federación Nacional de Ganaderos (Fedenaga) y sobre quien pesa una medida de expropiación sin ejecutar, advierte de la caída en la producción de rubros esenciales para la alimentación de la población como carne y leche.
El consumo se ha reducido de manera significativa por una menor oferta y altos precios que los venezolanos no pueden costear en medio de una hiperinflación que destruye el poder adquisitivo.
A pesar de las amenazas veladas y no tan veladas que han ahuyentado a algunos de los empresarios del campo, Albornoz destaca el compromiso inquebrantable de quienes se mantienen en pie y se muestra optimista en que el sector podrá superar el acoso del gobierno.
La cada vez disminuida capacidad del ciudadano común por hacer frente a sus necesidades más básicas, lo ha llevado en algunas regiones del occidente del país, no solo a robar, si no a descuartizar reses en las propias fincas para aprovechar sus partes.
Este cuadro dibuja el hambre de una población empobrecida, pero también niveles delictivos con participación de distintos actores que no se veían hasta hace algunos meses.
–¿En qué punto se encuentra hoy el sector?
–Con las invasiones en los últimos tres meses más de 82 predios se han visto afectados, principalmente en Barinas. Ha sido la arremetida más fuerte desde la promulgación de la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario en 2001.
–¿Han recrudecido los asaltos a las fincas para descuartizar reses?
–Si se han recrudecido. Hablar de una cifra precisa no sería responsable porque hay muchos productores que no hacen la denuncia por temor a que las autoridades estén involucradas. Conservadoramente podemos afirmar que en lo que va de 2018 (hasta junio) el abigeato y el contrabando de extracción ha cobrado a la fecha más 174.000 reses.
–¿De cuánto es la producción de carne y leche hoy día?
–Esa cifra hay que cotejarla al final del año, aunque es muy similar a la de 2017 (ya había caído).
–¿Cuánto es el consumo del venezolano de carne y leche?
–El consumo de carne no llega en junio 2018 a 4 kilos por habitante/año y el de leche no alcanza a 50 litros por habitante al año, ambos muy por debajo de las necesidades de la población.
–¿En qué momento Venezuela los mejores niveles?
–Los mejores números de consumo fueron en 1982 (23 kilos anuales por habitante). La producción nacional atendía 98% del consumo total. Mientras que en 2013 la cifra se refujo a 44%. Las importaciones de alimentos en el periodo 2002-2013 pasaron de $1.900 millones a $9.700 millones, es decir, se quintuplicaron.
–El gobierno parece no atender las demandas de los productores. ¿Cómo piensan seguir adelante sin respuestas oficiales?
–Intentamos generar nuestras propias políticas. No existe un criterio para incentivar la producción ni el abastecimiento del lado del gobierno, solo control político.
–¿Es viable el sector si no hay cambios en las políticas oficiales?
–El sector vencerá el acoso de quienes intentan destruir el aparato productivo para aumentar su control político por la vía alimentaria.
–¿Cuántos productores han abandonado el negocio?
El número de productores se ha reducido, pero un su gran mayoría continúan en los campos. Unos 130.000 productores siguen en la actividad.
–¿Cuál ha sido la peor situación que le ha tocado afrontar como presidente de Fedenaga?
–Tener que sacar a mi familia del país por su seguridad y estar lejos de ella.
–¿En qué punto se encuentra hoy el sector?
–Con las invasiones en los últimos tres meses más de 82 predios se han visto afectados, principalmente en Barinas. Ha sido la arremetida más fuerte desde la promulgación de la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario en 2001.
–¿Han recrudecido los asaltos a las fincas para descuartizar reses?
–Si se han recrudecido. Hablar de una cifra precisa no sería responsable porque hay muchos productores que no hacen la denuncia por temor a que las autoridades estén involucradas. Conservadoramente podemos afirmar que en lo que va de 2018 (hasta junio) el abigeato y el contrabando de extracción ha cobrado a la fecha más 174.000 reses.
–¿De cuánto es la producción de carne y leche hoy día?
–Esa cifra hay que cotejarla al final del año, aunque es muy similar a la de 2017.
–¿Cuánto es el consumo del venezolano de carne y leche?
–El consumo de carne no llega en junio 2018 a 4 kilos por habitante/año y el de leche no alcanza a 50 litros por habitante al año, muy muy por debajo ambos de las necesidades de la población.
–¿En qué momento Venezuela los mejores niveles?
–Los mejores números de consumo fueron en 1982 (23 kilos anuales por habitante). La producción nacional atendía 98% del consumo total. Mientras que en 2013 la cifra se refujo a 44%. Las importaciones de alimentos en el periodo 2002-2013 pasaron de $1.900 millones a $9.700 millones, es decir, se quintuplicaron.
–El gobierno parece no atender las demandas de los productores. ¿Cómo piensan seguir adelante sin respuestas oficiales?
–Intentamos generar nuestras propias políticas. No existe un criterio para incentivar la producción ni el abastecimiento del lado del gobierno, solo control político.
–¿Es viable el sector si no hay cambios en las políticas oficiales?
–El sector vencerá el acoso de quienes intentan destruir el aparato productivo para aumentar su control político por la vía alimentaria.
–¿Cuántos productores han abandonado el negocio?
El número de productores se ha reducido, pero un su gran mayoría continúan en los campos. Unos 130.000 productores siguen en la actividad.
–¿Cuál ha sido la peor situación que le ha tocado afrontar como presidente de Fedenaga?
–Tener que sacar a mi familia del país por su seguridad y estar lejos de ella.
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