La directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, aseveró en la reunión del G20 en Buenos Aires que hay una “necesidad urgente” de “suavizar las tensiones comerciales” y dar marcha atrás a los aumentos de aranceles, ya que si no, para 2020 el PIB mundial se resentirá.
Lagarde participó en la cumbre de líderes del foro económico, que estuvo marcada por la guerra comercial entre Estados Unidos y China.
“El crecimiento mundial sigue siendo vigoroso, pero está moderándose y tornándose más desigual. Las presiones sobre los mercados emergentes han ido en aumento y las tensiones comerciales han empezado a tener repercusiones negativas, lo cual incrementa los riesgos a la baja”, explicó la directora del FMI.
Sobre el comercio, señaló que las estimaciones son que, “de permanecer vigentes los aranceles recientemente elevados y los que se ha amenazado con introducir y de implementarse los aranceles anunciados, para 2020 el PIB mundial podría perder aproximadamente tres cuartas partes de un punto porcentual”.
“Si, por el contrario, las restricciones del comercio de servicios se redujeran 15%, el PIB mundial podría aumentar medio punto porcentual”, concretó.
Lagarde también consideró urgente ajustar el nivel “excesivo de deuda mundial”, que cifró en alrededor de 182 mil millones de dólares.
“Es importante, en particular para los países de mercados emergentes y los países de bajo ingreso muy endeudados, recomponer las reservas y revertir las políticas fiscales procíclicas”, consideró.
Para abordar los retos a los que se enfrenta la economía, la líder del FMI recomendó al G20, compuesto por las 20 mayores economías desarrollas y en desarrollo del mundo, “reparar el comercio”, para promover el crecimiento y el empleo.
“En segundo lugar, continuar normalizando la política monetaria de una manera bien comunicada, gradual y guiada por los datos, y prestando debida atención a los posibles efectos de contagio”, agregó.
También abordar los riesgos financieros, recurrir a la flexibilidad cambiaria para mitigar las presiones externas -“evitando los aranceles y otras políticas que podrían debilitar la confianza del mercado”- y “eliminar los obstáculos jurídicos que impidan la participación de la mujer en la economía”.
Tras finalizar la cumbre, la directora del FMI, organismo con el que en junio pasado Argentina firmo un acuerdo para recibir 57.000 millones de dólares como ayuda financiera, mantuvo una reunión con el presidente argentino, Mauricio Macri, a quien felicitó por el “eficaz liderazgo” del G20 en 2018.
“Felicito asimismo a las autoridades (argentinas) por la determinación con la que implementan su plan de reforma económica, que allanará el camino para un crecimiento más inclusivo y sostenible que beneficie a todos los argentinos. El FMI continuará respaldando a las autoridades en esta tarea”, concluyó.
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