El presidente Donald Trump impuso su sello a la cumbre del G20, que se celebra en Buenos Aires en un ambiente crispado por el conflicto entre Rusia y Ucrania y la “guerra comercial” entre Estados Unidos y China.
Nada hace pensar que habrá un consenso en el foro que reúne hasta este sábado a las 20 economías más potentes y emergentes del planeta y que tiene entre sus polémicos invitados al presidente ruso, Vladimir Putin, al chino Xi Jinping y al príncipe heredero saudita Mohamed bin Salmán.
Luego de que Trump anulara la cita que ambos habían fijado, Putin mostró su espíritu combativo al denunciar las “prácticas viciosas” de las “sanciones unilaterales” y del proteccionismo comercial.
En uno de los pocos momentos de concordia, Estados Unidos, México y Canadá firmaron un nuevo tratado de libre comercio tras meses de tensión, idas y venidas.
Bautizado T-MEC por los mexicanos, el pacto reemplaza al TLCAN que regía el comercio entre estos tres países desde 1994 y que fue derribado por Trump.
Los principales líderes mundiales también dieron la bienvenida al príncipe heredero saudita de 33 años evitando aislarlo en este viaje, el primero que realiza desde que el periodista Jamal Khashoggi fue asesinado en el consulado de Riad en Estambul.
– “Fuera Trump” –
Decenas de miles de argentinos se manifestaron pacíficamente en una Buenos Aires semidesierta y bajo un inédito dispositivo de seguridad que limitó al mínimo el servicio de transporte público.
Con grandes pancartas con mensajes como “Fuera Trump” y “Fuera el FMI”, los manifestantes recorrieron pacíficamente la céntrica avenida 9 de julio, cuyas calles adyacentes fueron bloqueadas con vallas metálicas custodiadas por unos 2.500 agentes y guardias de infantería.
Se trató de un estricto recorrido pautado con las autoridades hasta el Congreso de la Nación.
“Vinimos a manifestar, a repudiar a los representantes de las potencias imperialistas y queremos hacerles saber que no son bienvenidos en nuestro país”, dijo a la AFP Florencia di Llelo.
Debido a la cumbre, este viernes fue declarado feriado. También se suspendió el servicio de metro y de trenes que sirven principalmente a la periferia de Buenos Aires.
A la cabeza del cortejo, que ocupó seis cuadras de la avenida 9 de Julio, la más ancha de Buenos Aires, avanzaron líderes de organismos de defensa de los derechos humanos. La mayoría de los manifestantes acudieron organizados, principalmente por partidos de izquierda y movimientos antiglobalización.
“Creemos que el G20 atenta contra el país”, criticó Matías Gómez, delegado de una cooperativa.
– Trump-Xi –
La reunión del sábado entre Trump y su homólogo chino será el punto cúlmime del primer G20 en América del Sur.
Gobiernos, mercados y empresas estarán pendientes de los resultados de este encuentro.
El mandatario estadounidense dijo ver “buenas señales” en las relaciones comerciales entre ambos países.
Pero también se mostró reticente a un acuerdo en las últimas horas.
“Creo que estamos muy cerca de hacer algo con China pero no sé si quiero hacerlo”, dijo Trump antes de iniciar su viaje.
Al exigir que Pekín ponga fin a prácticas comerciales, Trump impuso aranceles que alcanzaron 300.000 millones de dólares, incluyendo 250.000 millones de dólares sobre productos chinos, y afectaron a importaciones de acero y aluminio de otros países.
Y China no tardó en reaccionar con medidas recíprocas, lo que ha avivado la “guerra comercial” que los analistas temen pueda golpear la economía mundial.
La próxima batería de aumentos está prevista para el primero de enero, cuando los aranceles de Estados Unidos a importaciones chinas por unos 200.000 millones de dólares podrían subir de 10% a 25% si los dos gigantes no llegan a un acuerdo.
– No a Putin –
Apenas antes de dejar Washington, Trump canceló su cita prevista en Argentina con su par ruso debido al conflicto con Ucrania.
Las tensiones entre Kiev y Moscú alcanzaron su punto álgido estos días luego de que Rusia apresara a tres navíos militares ucranianos frente a las costas de Crimea. A continuación, el presidente ucraniano Petro Poroshenko alertó contra “la amenaza de una guerra total” con Rusia.
La anulación del encuentro ocurre en medio de la controversia en Estados Unidos por nuevas revelaciones en la investigación sobre una presunta injerencia de Rusia en la campaña presidencial estadounidense de 2016.
El presidente estadounidense reiteró su inocencia en relación a un acuerdo inmobiliario con Moscú que ha formado parte de la investigación. “Caza de brujas”, tuiteó.
La polémica está al rojo vivo luego de que su exabogado Michael Cohen se declarara culpable de mentir al Congreso sobre ese negocio de bienes raíces para limitar la pesquisa sobre la injerencia rusa en la campaña electoral.
Trump deberá también medir fuerzas con el presidente de Francia, Emmanuel Macron, quien pretende incluir en los primeros puntos de la agenda del G20 el calentamiento global, antes de la conferencia climática COP24 del 2 de diciembre en Polonia.
Pero el presidente estadounidense, quien no se cansa de poner en duda el cambio climático, retiró a su país de los acuerdos ambientales de París en junio de 2017, poco después de llegar a la Casa Blanca.
En ese contexto, será difícil que este G20 cumpla la promesa que hizo en su primera cumbre diez años atrás: el multilateralismo para asegurar la “prosperidad” en el mundo.
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