El sector pecuario queda por fuera de la cartera agrícola impuesta por el gobierno, y a ello se suma la indisponibilidad de la banca a poder cumplir con cualquier financiamiento al sector productivo venezolanos por las limitaciones propias del encaje legal.
«Toda la banca nacional no tiene capacidad para financiar ningún sector económico del país y mucho menos el productor de alimentos. Con 100 millones de dólares no se puede comprar ni financiar un tercio de los toros que se necesitan para la alimentar a los venezolanos por un año», dijo a Banca y Negocios Armando Chacín, presidente de la Federación Nacional de Ganaderos.
El gobierno subió el coefciente del encaje ordinario a 57% y el marginal a 100% en febrero de 2019, con lo que asfixia a la banca e impide su función intermediadora, al no contar con los recursos demandados por los sectores productivos.
«El sistema financiero está muy débil», indica Chacín, pero aún así asegura que el sector pecuario puede mantenerse y producir alimentos, «con 40 años de retraso, sin combustibles, sin energía continua, sin insumos. Estamos haciendo un trabajo titánico llevándonos a prácticas de nuestros padres y abuelos», sostuvo.
En Gaceta Oficial 41.637 del 21 de mayo se fijan los porcentajes obligatorios para créditos de la cartera agrícola para el ciclo abril 2019- marzo 2020, y según los cuales no se tomó en cuenta al ganado bovino (vacuno y bufalino), que es la principal fuente de proteína animal disponible en el país. De los rumiantes solo se incluyeron ovinos y caprinos.
«Para el gobierno es más fácil importar y debilitar el sector pecuario nacional», indica el presidente de Fedenaga, quien advierte de una mayor disminución o pérdida en los niveles de producción de carne de res, leche y queso.
De acuerdo con Chacín, el gobierno apuesta por salidas microeconómicas -como los gallineros verticales- al problema alimentario, en lugar de dar respuestas macroeconómicas.
Según los porcentajes obligatorios que la banca debe cumplir este año, el sistema bancario debe destinar un máximo de 24% a especies menores, avícola, porcino, pesca y acuicultura.
La destrucción del sector pecuario es igual a la del agrícola, señala Chacín. «Necesitamos mínimo 25.000 tractores, los existentes ya cumplieron su vida útil, son improductivos y económicamente inviables».
Recuerda que requieren de semillas, fertilizantes, herbicidas, vías rurales en buenas condiciones y energía eléctrica continua. Bajo este escenario es imposible una reconstrucción del sector. Además, «hay que traer la mejor genética que haya cerca para producir la carne y leche que necesita el país».
En el país hay 30 millones de hectáreas para alimentos, pero producto de las expropiaciones y destrucción económica de los últimos 20 años, no se llega ni a ocho millones de hectáreas, afirma Chacín.
Sin precisar montos, indicó que se necesita mucho dinero para tener un campo produciendo alimentos. «Hace dos años no tenemos cartera cartera agrícola, el primero fue por la hiperinflación», precisó.
Fuente: http://bit.ly/2VOqx4g
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