Estados Unidos impuso este lunes 24 de junio sanciones «contundentes» contra el líder supremo iraní, el ayatolá Alí Jamenei, y la cúpula militar de la República Islámica, aumentado la presión contra el país al que amenazó con la «destrucción» si busca la guerra.
El presidente Donald Trump firmó las sanciones económicas en el Despacho Oval, una medida que tildó de «fuerte y proporcionada respuesta a las acciones provocadoras de Irán».
Añadió que la respuesta de Irán determinará si la sanciones terminan mañana o se prolongan durante «años». «Irán no puede tener jamás el arma nuclear», repitió.
El Tesoro estadounidense anunció por su lado el bloqueo de «miles de millones» más de activos iraníes, así como la incorporación esta semana a su lista negra del ministro de Exteriores, Mohamed Javad Zarif. Un lista a la que Washington también añadió a ocho comandantes de los Guardianes de la Revolución, el ejército ideológico del régimen iraní.
La tensión entre Washington y Teherán, sin relaciones diplomáticas desde 1980, se intensificó el jueves pasado con la destrucción de un avión no tripulado estadounidense por un misil iraní en el Golfo.
«¿Realmente hay alguna sanción que Estados Unidos no haya impuesto a nuestro país recientemente o en los últimos 40 años?», inquirió el portavoz de la cancillería iraní, Abbas Mousavi. «Creemos que no tendrán ningún impacto», agregó.
En medio de este clima de tensión, Estados Unidos, Reino Unido, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos exhortaron a «soluciones diplomáticas» para reducir la espiral con Irán.
Aliado de Teherán, Rusia calificó de «ilegales» las sanciones prometidas por Trump.
– Mensajes ambiguos –
Trump ha sido criticado en Estados Unidos por sus mensajes ambiguos a Irán. El presidente, sin embargo, sostiene que tiene una estrategia clara que rompe con la política estadounidense del pasado en Oriente Medio.
En un par de tuits el lunes, Trump insistió en sus condiciones a Irán: «¡No armas nucleares, no más apoyo al terrorismo!» Un día antes, en una entrevista con la cadena NBC, amenazó con la «destrucción» de Irán si buscan la guerra.
Teherán firmó en 2015 un pacto con las potencias en el que se comprometía a usar la energía nuclear para aplicaciones civiles. Pero Trump se retiró unilateralmente el año pasado del acuerdo, al que calificó de «pésimo».
Irán dice que no tiene en marcha ningún programa de armas nucleares.
A pesar de la escalada, Trump insiste en que no busca una guerra y regularmente envía mensajes para entablar negociaciones con Teherán.
Asimismo, asegura que Washington es más libre que en el pasado porque su producción de energía lo libera de la dependencia del petróleo de Oriente Medio.
Esto significa que Estados Unidos ya no debe ser visto como el garante de las rutas marítimas del Golfo, donde en el último mes y medio varios barcos cisterna, ninguno de ellos estadounidense, han sufrido ataques de los que Washington culpa a Teherán.
Trump apeló a los países importadores de petróleo a proteger sus intereses en el derecho de Ormuz y les lanzó un dardo al afirmar no entender porqué Estados Unidos tiene que velar por la seguridad de ese punto «por cero compensación».
Hasta ahora, la táctica del garrote y la zanahoria usada por Trump contra Irán no parece dar resultado.
«Las afirmaciones de Estados Unidos de que están listos para una negociación incondicional no son aceptables con la continuación de las amenazas y las sanciones», tuiteó Hesamodin Ashna, asesor del presidente de Irán, Hasan Rohani.
– Diplomacia internacional –
La disputa surge de una compleja red de rivalidades regionales, con aliados de Estados Unidos, como Arabia Saudita e Israel, presionando desde hace tiempo para que Washington actúe con dureza contra Irán.
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, advirtió que haría «todo» para evitar que Irán obtenga un arsenal nuclear. Se cree que Israel posee armas nucleares no declaradas.
El Consejo de Seguridad de la ONU se reunirá el lunes a petición de Estados Unidos para discutir la escalada con Irán.
Trump envió a su secretario de Estado, Mike Pompeo, a Arabia Saudita, el principal enemigo regional de Irán, para construir lo que llamó una «coalición global» contra al República Islámica.
El sultanato de Omán, por su parte, aseguró que los informes sobre que había servido como canal entre Estados Unidos e Irán tras el derribo del avión no tripulado la semana pasada «no eran ciertas», en tanto llamó a ambos países a «mostrar autocontrol y resolver los problemas pendientes a través del diálogo».
Aunque Trump dijo haber cancelado in extremis ataques de represalia por el derribo de la nave no tripulada, medios estadounidenses informaron que Estados Unidos lanzó un ataque cibernético contra los sistemas de control de misiles y una red de espionaje iraníes.
El ministro iraní de Telecomunicaciones, Mohamad Javad Azari Jahromi, afirmó que su país no sufrió ningún daño tras estos supuestos «ciberataques».
Fuente: http://bit.ly/2XqxfSY
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