El presidente de Argentina, Alberto Fernández, extendió la cuarentena por la pandemia del coronavirus en su país hasta el 7 de junio, y la endureció en Buenos Aires y su área metropolitana después de que en los últimos días se detectara un salto en el número diario de contagios.
«Esto iba a ocurrir y está ocurriendo, lo que no tenemos que hacer es perder la calma», dijo Fernández en una rueda de prensa en la que compareció, como en otras ocasiones, con el jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, el opositor Horacio Rodríguez Larreta, del partido Propuesta Republicana (PRO), y el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, del mismo espacio político que el presidente, la coalición Frente de Todos.
El foco principal de la pandemia, donde se concentran la inmensa mayoría de los casos recientes, es el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), formada por la capital y el amplio cordón urbano que la rodea y conocido como conurbano.
Cerca de 13 millones de personas residen en el AMBA y miles de ellas viven en asentamientos humildes, conocidos como villas, en algunas de las cuales los contagios se han multiplicado y se han convertido en uno de los puntos críticos de la lucha contra el coronavirus por parte del Gobierno de Fernández.
Según los gobiernos capitalino y de la provincia de Buenos Aires, los casos de coronavirus se quintuplicaron en los últimos quince días en el AMBA.
– Cuarentena más estricta –
Por ello, el presidente dijo que en Buenos Aires y el conurbano se va a «volver un poco atrás» en la cuarentena vigente desde el 20 de marzo.
Entre las medidas anunciadas, a partir del lunes se restringirá la entrada de personas desde la provincia de Buenos Aires a la capital a los trabajadores esenciales, que además serán los únicos que podrán utilizar el transporte público.
Los comercios de cercanía barriales se mantendrán abiertos en las mismas condiciones que hasta el momento, pero se restringirá el acceso a los grandes centros de comercio.
Fernández aseguró que los testeos aumentarán en los próximos días -se empezarán a usar los test rápidos que anunció el Gobierno- y recalcó que a partir de ahora la estrategia será la de «abordar el problema allí donde está».
El presidente resaltó que van a concentrar la atención en los barrios populares, y dijo que van a poner todo su esfuerzo en sus habitantes, a quienes pidió confianza.
«En Estados Unidos y en Europa no existen los barrios populares tal y como existen en América Latina», indicó Fernández al referirse a que en este punto de la pandemia no hay antecedente al que mirar para prepararse.
«Sepan aquellos que están en las zonas más carenciadas que los últimos serán los primeros, de ellos vamos a ocuparnos más que de nadie porque son los que más están necesitando nuestro auxilio», añadió.
Fernández hizo además un llamado al resto de ciudadanos de la capital, porque el contagio en el resto de barrios ya crece al mismo ritmo que en las villas miseria.
Esta semana, la última del actual período de cuarentena que estaba decretado hasta este domingo, ha sido la peor desde el inicio de la pandemia en Argentina en términos de nuevos casos.
Después de mantenerse estables durante abril y principios de mayo entre los 100 y los 200 casos diarios, en los últimos días se han producido récords como los 718 del viernes y los 648 del jueves.
«Algunos piensan que este puede ser el comienzo del pico, algunos piensan que no. (Tenemos que) minimizar los efectos de ese pico», indicó.
– Nuevos casos y fallecimientos este sábado –
Las últimas cifras, correspondientes al reporte vespertino del Ministerio de Salud del sábado, cifran los contagios de COVID-19 en 11.353 y elevan las muertes a 445, después de que haya habido en las últimas 24 horas 704 positivos y 12 fallecimientos.
Por el contrario, el resto de Argentina, a excepción de focos de contagio como el de la provincia norteña de Chaco, muestra estadísticas de positivos por COVID-19 muy bajas: hay dos provincias sin contagio y otras seis con menos de 15 registrados.
La apertura económica, que comenzó en todas las provincias argentinas a excepción de Buenos Aires y algunas partes de la provincia homónima cercanas a la capital hace unas semanas, seguirá de la misma manera en esos territorios, donde viven alrededor de dos tercios de los argentinos.
Eso sí, el presidente nombró entre las zonas de mayor preocupación a Resistencia, en la provincia de Chaco (norte), y a la ciudad de Córdoba (centro).
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