La crisis, caracterizada por una voraz hiperinflación y escasez de bienes básicos, obliga a introducir cambios en el mercado, no solo a nivel de consumidor sino de proveedores y minoristas, que describen una nueva realidad del consumo venezolano.
De acuerdo con estudios de Nielsen de Venezuela, empresa de investigación de mercado, la compleja situación económica del país ha contribuido a aumentar el índice de bancarización. Así, y por primera vez en sus mediciones, aparecen las transferencia bancarias como medio de pago para la compra principal del hogar.
La totalidad de los consultados dijo utilizar la tarjeta de débito para la adquisición de alimentos, productos de aseo personal y limpieza del hogar. De la muestra de 120 consumidores, 31% realiza las compras en efectivo, 28% lo hace con tarjeta de crédito y 20% cancela por transferencia bancaria.
Durante su exposición en el foro “En tiempos de hiperinflación ¿cómo presupuestar para 2019?” organizado por Venamcham, Alexander Cabrera, director de Nielsen, dio a conocer la penetración de los distintos instrumentos financieros. Los cinco principales son tarjeta de débito con 99%, cuenta bancaria con 92%, carnet de la patria con 69%, monedero patria con 63% y tarjeta de crédito con 57%.
De acuerdo con la canasta que mide Nielsen, en julio de este año se consumía 27,1% menos que en julio de 2017.
Para tratar de rendir el dinero, que pierde valor de manera acelerada producto de la hiperinflación, el consumidor ha ampliado sus opciones de compra a cadenas de supermercados, panaderías, cadenas de farmacias, mercados populares, las cajas CLAP (programa oficial de racionamiento de alimentos), carnierías, abastos/bodegas, supermercados independientes, camiones, pescaderías, farmacias independientes, ferreterías, kioscos y buhoneros.
50% de los encuestados afirmó que recorría varios establecimientos para hacer sus compras.
En la encuesta de Nielsen, 20 de 24 personas dijeron tener mayor acceso a las remesas, las que destinan a cubrir necesidades básicas. No obstante, la erosión del poder adquisitivo también se refleja en moneda dura, así lo que se compraba en agosto con 20 dólares, hoy se adquiere por 40 dólares.
Las remesas forman parte del ingreso mensual de las familias. Pero los pequeños montos que se enviaban en enero a Venezuela ya no alcanzan.
Entre quienes reciben ayuda de sus familiares o amigos en el exterior, 61% la obtiene en efectivo, mientras que 36% dijo recibirla en alimentos y/o medicinas.
El año pasado 90% de los ingresos se destinaban a la compra de alimentos, hoy el dinero que se percibe resulta insuficiente. Los venezolanos están gastando 136%, lo que evidencia un déficit que buscan cubrir de alguna manera. 31% de los consultados manifestó que busca la manera de incrementar sus ingresos.
En el perfil del consumo hoy, el cliente invierte cada vez más dinero y compra menos cantidades; el fabricante elabora presentaciones más pequeñas pero con menor variedad de portafolio que antes y el minorista compra con menos frecuencia al fabricante y en algunos casos, hasta deben prepagar el pedido.
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