Tras el anuncio de adelanto de elecciones presidenciales y el retorno de la mesa del “diálogo” hoy, en República Dominicana, los factores políticos sienten la presión de la comunidad internacional, tanto el Gobierno nacional —cuya ANC no es reconocida por el mundo—, como la oposición, si decide ir a unos comicios convocados por una constituyente que ha calificado de “fraudulenta” e ilegítima y con el mismo CNE de hasta ahora.
Este sábado, en un comunicado difundido, los representantes de la MUD —a excepción del partido VP— confirmaron su asistencia al encuentro. Mientras que el jefe de la delegación del Gobierno, Jorge Rodríguez, indicó recientemente que asistirán a la cita y aclaró que ya en las reuniones se han alcanzado acuerdos importantes, reseñó Panorama.
“Elecciones presidenciales democráticas, transparentes y creíbles, conforme a estándares internacionales” es lo que pide el Grupo de Lima, quien rechazó en primera instancia el llamado de la ANC.
Según la coalición americana la decisión imposibilita una elección limpia.
Estados Unidos declaró su apoyo al grupo y dijo que esa “votación no sería ni libre ni justa. Solo profundizaría, no ayudaría a resolver, las tensiones nacionales”, dijo un portavoz del Departamento de Estado. Al mismo tiempo, amenazó con emitir más sanciones.
A estas naciones se sumaron aquellas que conforman la Unión Europea, la OEA, mientras que la ONU continúa confiando en que pueda haber un acuerdo político entre las partes. Incluso, ya EE UU y Colombia dijeron que no reconocerán los resultados de tal elección.
La Unión Europea, por su lado, aprobó esta semana sanciones contra funcionarios venezolanos, entre ellos el propio Presidente y los cabecillas de poderes públicos.
El tema CNE es uno de los puntos álgidos y éste precisamente era discutido en la mesa de diálogo en República Dominicana.
El juego se trancó al no haber un acuerdo sobre la designación de los cinco rectores. La propuesta era que se escogieran dos afectos al chavismo, dos a la oposición y un quinto neutral, no obstante, el Gobierno quería colocar a éste último también a su favor, según trascendió de fuentes internas ligadas a las conversaciones.
Leoncio Pinto, sociólogo y politólogo, opinó que con el llamado a elecciones el Gobierno, externamente e internamente, da la impresión de que es invencible, porque viene de ganar elecciones y su percepción mejoró en los últimos meses.
“No se trata de presiones internacionales sino de que el Gobierno ya está claro que la oposición todavía no es una opción de poder ni de gobierno; en segundo lugar, que sus números mejoraron en alguna medida y da la impresión de que tiene una solidez.
En consecuencia adelantar las elecciones es mucho mejor porque el chavismo sabe que lo que le viene en los próximos meses desde el punto de vista económico será muy difícil, y que si no se legítima por la vía de esta elección, lo más pronto posible, la comunidad internacional y la población del país lo van a llevar a una pérdida de legitimidad creciente, creo que necesita legitimarse ahora, a sabiendas de lo que viene”, opinó.
Por su parte, Miguel Tinker Salas, profesor de la Universidad de Pomona, sostuvo que la presión internacional no conduce a ningún lado, “la triste realidad es que las sanciones tienen un impacto económico que se traslada directamente a la población, las importaciones ya están afectadas.
Igualmente, la presión a la oposición por sectores conservadores de EE UU tienden a endurecer la postura y no favorecer una negociación, esa es la triste realidad y es lo que estamos viendo.
Hay presiones por parte de Marco Rubio y otros para poder lograr complacer a estos sectores, entonces hay un endurecimiento en la oposición y la opción de negociación se está perdiendo, por eso no logran avanzar en República Dominicana”.
A su juicio, debe haber una negociación entre venezolanos que ayude a reducir los conflictos, en la que se ponga sobre la mesa una “elección que sea transparente, limpia, y la posibilidad de amplia participación para poder legitimar a cualquier grupo que gane”.
Ambos factores se sienten presionados, más la oposición, cuyos esfuerzos internacionales no han cesado.
Ayer, el presidente Danilo Medina, abogó sobre la importancia de llegar a una solución pacífica ante las tensiones que vive Venezuela.
“Ante mayores dificultades, el diálogo se hace aún más urgente. Creo firmemente que el diálogo es la mejor solución para Venezuela y para su gente”, aseguró Medina.
“Nuestra responsabilidad como líderes no es tomar posiciones, sino buscar soluciones”, expresó, mientras solicitaba que más voces de la comunidad internacional se unieran al diálogo “sin abogar por una agenda propia”
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