La industria manufacturera de China registró en febrero su peor dato desde que comenzó la serie histórica oficial (2005) al desplomarse su indicador de referencia, el índice gerente de compras (PMI), 14,3 puntos hasta los 35,7, según datos oficiales.
El dato, ofrecido por la Oficina Nacional de Estadística (ONE), supone un jarro de agua fría para los analistas, que esperaban una caída en ese indicador pero de entre 4 y 5 puntos con respecto al dato de enero.
En febrero, la crisis del coronavirus provocó un declive en la industria manufacturera aún mayor que el registrado en su peor lectura hasta ahora, la de noviembre de 2008 (38,8 puntos), cuando el mundo se enfrentaba a la crisis financiera.
En este índice, un registro por encima del umbral de los 50 puntos supone crecimiento y uno por debajo, contracción.
Para hacerse una idea de lo que esta caída supone, la media registrada en los doce meses de 2019 -año en el que la economía china se vio afectada por la guerra comercial con Estados Unidos- fue de 49,7 puntos.
En el desglose por tamaño de empresas, las grandes cayeron 14,1 puntos hasta los 36,3, pero las medianas y pequeñas sufrieron aún más tras situarse en 35,5 y 34,1 unidades, respectivamente.
Los cinco subíndices que conforman el PMI manufacturero registraron caídas de entre 13,2 y 23,5 enteros: el índice de producción se situó en 27,8 puntos; el de nuevos pedidos, en 29,3; el de empleo, en 31,8; el del tiempo de entrega empleado por suministradores, en 32,1, y el de provisiones de materias primas, en 33,9.
El batacazo fue aún peor en los negocios no relacionados con la manufactura, cuyo PMI jamás había registrado una contracción desde que comenzó su serie histórica (2007) y que pasó de estar en 54,1 puntos en enero a los 29,6 de febrero tras caer 24,5 puntos.
En este caso, los expertos del portal especializado Trading Economics preveían una caída de poco más de 7 puntos.
El sector servicios, que representa más de la mitad del PIB del país, perdió 23 puntos en febrero, mes en el que acabó en los 30,1.
La ONE indica que, en el desglose de esos negocios, tan solo los relacionados con servicios financieros y monetarios y con los servicios del mercado de capitales se mantuvieron en la zona de expansión.
Mientras tanto, la institución también destaca que otros negocios como los servicios de telecomunicaciones, radio y televisión, los de transmisión por satélite y los de internet, software y tecnología de la información «estuvieron en la zona de contracción pero mucho más altos que la media del sector servicios».
Un dato que destaca el pesimismo económico en China es el índice de expectativa de actividad económica, que mide la confianza de las empresas no manufactureras en el desarrollo del mercado en el futuro: cayó 19,6 puntos hasta los 40.
El índice integral de producción del PMI, la radiografía combinada de las industrias manufacturera y no manufacturera, también registró una caída nunca antes vista, aunque en su caso solo empezó a publicarse en 2017: pasó de los 53 a los 28,9 puntos tras una caída de 24,1.
Pese a esta debacle, el estadístico de la ONE Zhao Qinghe aseguró que la situación está mejorando en los últimos días: «A fecha del 25 de febrero, entre las empresas encuestadas para el PMI nacional la tasa de vuelta al trabajo en las empresas medianas era del 78,9 %, mientras que en las empresas medianas manufactureras alcanzaba el 85,6 %».
Aunque el Gobierno ha insistido estos últimos días en estos datos, algunos analistas y medios especializados han apuntado que esta tasa no contempla la tasa de producción sino que se centra en la reapertura de centros de trabajo.
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