Joe Biden rompió su largo silencio este viernes 1 de mayo para negar una acusación de agresión sexual en su contra de una empleada que trabajó en su despacho en la década de 1990. «Nunca ocurrió», sentenció el político demócrata que aspira a derrotar a Donald Trump en noviembre.
Desde el sótano de su casa -donde está confinado por el coronavirus- Biden negó las acusaciones que desde hace más de un mes agitan la palestra en Estados Unidos, en un momento en que sin haber sido ungido, es prácticamente el candidato del Partido Demócrata para las presidenciales de noviembre.
Biden, de 77 años, estaba bajo presión para responder personalmente las acusaciones hechas por Tara Reade, de 56 años, que su campaña ya había desmentido.
«No es cierto. Estoy diciendo sin dudas que esto nunca ocurrió», dijo Biden en el matinal de la cadena de MSNBC.
«No sé por qué después de 27 años todo esto vuelve al tapete», agregó, matizando que no iba a cuestionar las motivaciones de la denunciante.
En un comunicado publicado poco antes, Biden, de 77 años, dijo que el superior de Reade en su despacho «nunca le indicó que ella hubiera presentado ninguna queja».
Reade y su entorno han dado entrevistas a varios medios estadounidenses y a principios de abril la mujer interpuso un recurso ante la policía, sin citar a Biden, al cual la AFP tuvo acceso.
Reade no ha publicado ninguna copia de una queja que dijo que interpuso tras los hechos en 1993.
Biden indicó que pidió que se busque en los Archivos Nacionales, para ver si existe un rastro de este documento.
«No tengo nada que esconder», aseguró.
Sin embargo, no señaló hacia el archivo de sus años en el Senado, que fue donado a la Universidad de Delaware.
«Esos documentos no contienen archivos personales», afirmó.
– Reminiscencias del caso Kavanaugh –
En el pasado varias mujeres han acusado a Biden de tocarlas de una forma inapropiada y en un principio Reade se limitó a esta queja, sin referirse a la agresión.
Biden no es aún el candidato oficial del Partido Demócrata, ya que debe ser escogido en la Convención Nacional, pospuesta para agosto debido a la pandemia de coronavirus.
Sin embargo, es el único candidato que queda en liza y ya cuenta con apoyos como el del ex presidente Barack Obama, el aval de su rival en las primarias, Bernie Sanders, y el respaldo de la líder demócrata de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.
Esta semana, cuando la tormenta mediática por las acusaciones se agudizó, Biden organizó un foro virtual sobre los temas importantes para las mujeres en la campaña y en la presentación aprovechó de cosechar el apoyo de Hillary Clinton.
Biden ha prometido que su vicepresidente será una mujer.
Para los republicanos, estas acusaciones han sido una oportunidad de ajustar viejas rencillas con los demócratas y varios de sus líderes han hecho referencia a la diferencia en el trato mediático que recibió esta acusación, en comparación con la denuncia contra el juez conservador Brett Kavanaugh cuando Trump lo nominó para la Corte Suprema.
En el matinal, Biden fue interrogado sobre sus propios comentarios durante el proceso de confirmación de Kavanaugh en 2018.
Entonces, el ex vicepresidente dijo que si una mujer realiza una acusación de este tipo hay que partir de una presunción de que «al menos la esencia de lo que está diciendo es real».
Al ser interrogado sobre cuál es la diferencia con estas acusaciones, el político dijo que se debe creer a las mujeres, darles el beneficio de la duda.
«Entonces hay que mirar a las circunstancias y los hechos», agrego. «La verdad importa».
«Estas denuncias no son ciertas», indicó.
El presidente Trump, por su parte, ha sido acusado de agresiones sexuales en varias ocasiones.
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