En primer lugar debemos entender lo que está sucediendo; el modelo económico de nuestro País es Monoexportador, y tiene aproximadamente 200 años funcionando igual. Esto tiene una característica primordial, que es la incapacidad de controlar el precio del producto monoexportado, que en este momento es el petróleo, ya que el mismo se cotiza en el mercado internacional de materias primas. Lo que estamos viviendo ha pasado varias veces a lo largo de estos 200 años aproximadamente; la última vez sucedió hace 35 años.
Por supuesto, cada vez que sucede tiene unos efectos específicos. Primeramente cuando el precio del Petróleo toca su tope, se inicia un proceso de caída de precio; ello se siente directamente, ya que el ingreso en Dólares es menor, y la oferta de la moneda extranjera se reduce, haciendo que el precio del Dólar suba. Como prácticamente todo lo que consumimos los venezolanos es importado, entonces los precios de lo importado aumentan, originando un proceso de aceleración inflacionaria. Por supuesto, como las importaciones se deben reducir a los niveles de la nueva realidad de exportación, entonces se produce escasez generalizada.
Como existe una relación entre el ingreso de exportación y el crecimiento económico de Venezuela, y el primero se ha reducido, entramos en un proceso de recesión económica. Esta combinación de aceleración inflacionaria y recesión económica, ya la conocimos hace 35 años y se llama Estanflación.
Por eso estamos frente a una coyuntura económica. A pesar que Usted forma parte de esta coyuntura, Usted no la origino, pero si debe tener una estrategia para transitarla, y al igual que en anteriores oportunidades, esta coyuntura tiene un inicio y un final, cuando las condiciones del mercado petrolero reviertan, o se aplique un Plan de ajustes a esta economía.
No hay varita mágica, Usted debe actuar. Si es asalariado, su ingreso real seguramente ha disminuido, porque el monto de sus gastos ha subido y su salario no ha crecido a ese mismo nivel. En esa circunstancia, es aconsejable generar ingresos adicionales, en su tiempo disponible; seguramente posee Usted talentos no explotados. Financiar el gasto cotidiano con tarjetas de crédito, no es la mejor solución dado el riesgo de la variación de las tasas de interés, y la dependencia que se genera.
Si Usted es profesional independiente o empresario, la vía aconsejable, durante esta coyuntura, es redimensionarse y reaventarse dentro de su ramo, y permanecer en su mercado.
Si Usted posee inversiones, debe reestructurar su cartera de inversión en activos que generen rendimientos superiores a la tasa de inflación anual de Venezuela.
Esta coyuntura, es una oportunidad para comprar activos a precios atractivos, tal vez no es la oportunidad de vender. En todos los casos, se deben evitar deudas y compromisos en moneda extranjera, diferentes a planes de inversión estructurados.
La pregunta clave que debe hacerse Usted en este momento es ¿dónde me encuentro financieramente? La otra pregunta lógica es ¿qué camino debo seguir? La respuesta a la segunda pregunta depende de adonde quiere Usted llegar. Cada quien tiene un perfil de acuerdo al riesgo que quiera tomar y que se sienta cómodo psicológicamente. Lo que está claro es que quedarse paralizado en esta oportunidad no es la mejor opción.
Si Usted no posee empresa, trabajo, ni activos, no es mala idea buscar oportunidad en otros países; pero si su situación no es esa, definitivamente no representa una buena idea.
*Economista – Analista de inversión bursátil
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