El gobierno de Colombia y el ELN volverán a reunirse la próxima semana en Quito para intentar salvar el proceso de paz, en suspenso desde el 10 de enero tras una primera ronda de pláticas que terminó sin acuerdo, informó el viernes la guerrilla.
El Ejército de Liberación Nacional (ELN) explicó en un comunicado que el jefe negociador del gobierno, Gustavo Bell, “regresará el 31 de enero a Quito”.
“Esperamos que venga con la instrucción de iniciar el V ciclo para diseñar y poner en práctica el diálogo nacional y pactar un nuevo cese bilateral al fuego”, señaló el grupo guevarista.
El gobierno colombiano y el ELN negocian desde febrero de 2017 un acuerdo de paz, en un proceso del que son garantes Brasil, Cuba, Noruega, Venezuela, Chile y Ecuador, que hasta ahora ha albergado las conversaciones.
Una fuente de la mesa de conversaciones indicó a la AFP que Bell retornó a Bogotá el jueves, tras cuatro días de deliberaciones en la capital ecuatoriana.
Ambas delegaciones se reunieron para tratar de superar la crisis desatada tras una ofensiva de la guerrilla, al concluir el primer alto al fuego bilateral que duró 101 días.
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, expresó su deseo de “avanzar lo más pronto posible” en las negociaciones de paz con la guerrilla.
Al gobierno “le interesa llegar a un acuerdo rápido para poder tener ese nuevo cese al fuego y continuar con la discusión del resto de la agenda que nos lleve a una paz completa con el ELN”, dijo Santos al término de su visita oficial a Austria, según el portal de la presidencia.
El ELN, última guerrilla activa reconocida por las autoridades colombianas, apuntó que este primer acercamiento concluyó “sin lograr resolver aún las diferencias”.
Los rebeldes consideran que una nueva tregua debe ser negociada “en la mesa de conversaciones, y no en reuniones exprés e informales”.
Hace una semana, el ELN se mostró abierto a participar en una cita para reactivar los diálogos de paz y el quinto ciclo de conversaciones, en tanto que Santos anunció que Bell viajaría a Quito para explorar “la posibilidad de acordar un nuevo cese al fuego que facilite continuar con las negociaciones para poner fin a este conflicto”.
Santos, quien dejará el poder en agosto, aspira a sellar con el ELN un pacto similar al que suscribió con las FARC en noviembre de 2016, que condujo al desarme de los rebeldes comunistas y su inserción en la política como partido.
Colombia arrastra desde hace más de medio siglo un conflicto que deja alrededor de ocho millones de víctimas entre muertos, desaparecidos y desplazados.
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