La caída de la producción petrolera venezolana es uno de los factores que está impulsando alza el precio del petróleo, una variable que no siempre estaba presente en los análisis de hace un año, cuando la fuerza del shale de EEUU, el avance de los vehículos eléctricos o la falta de entendimiento en la Opep parecían condenar al oro negro a una larga era de precios bajos. Sin embargo, el crudo se mueve muy cerca de los 75 dólares, mientras que los fundamentales del mercado y la curva de futuros del crudo dejan entrever que el petróleo puede llegar bastante más lejos.
La debacle de la producción en Venezuela y Angola, un crecimiento económico mundial robusto y una demanda que crece con fuerza están profundizando la estructura de backwardation del mercado de petróleo, lo que suele anticipar mayores subidas de precios, señala el diario español eleconomista.es
La situación de backwardation es definida como aquella en la que el precio de un bien al contado es mayor que su valor a futuro, proceso que se está dando en el mercado petrolero.
“La estructura de backwardation es una clara señal de que la demanda inmediata de petróleo está rebasando a la oferta, lo que lleva al precio del petróleo físico o spot a niveles más elevados que los futuros”, indica el medio español y agregan que el viernes pasado la diferencia era de más de 1,3 dólares entre el petróleo de entrega inmediata y los futuros de septiembre. Esta semana se ha reducido levemente hasta los 1,15 dólares.
La combinación de factores para impulsar el precio del petróleo parece irrepetible. La producción de Venezuela se ha hundido en unos 600.000 barriles diarios en el último año, mientras que la Opep ha seguido cumpliendo con los recortes prometidos, lo que ha llevado a la organización a recortar la producción más de lo planificado: “El nivel de cumplimiento con los recortes ha sido del 160%”, señalan desde Commerzbank. Es decir, está saliendo del mercado más petróleo del que se tenía estimado inicialmente y Venezuela es uno de los responsables.
Los analistas de Bank of America creen que la caída de la producción de petróleo aún podría ser mayor si se materializan varios riesgos. Uno de ellos es la vuelta de las sanciones a Irán, que si afectan al petróleo supondrían que el crudo que exporta Teherán tendría dificultades para entrar en Occidente.
Otros riesgos que tienen opciones de terminar siendo hechos son una mayor reducción de la producción en Venezuela, a medida que Pdvsa se ve obligada cumplir con los vencimientos de deuda que sacan capital para invertir en sus infraestructuras. Este escenario es bastante probable.
Bank of America comenta que la estrategia de backwardation se está exacerbando de forma clara en los mercados de petróleo, lo que llevará al oro negro a superar con facilidad los 80 dólares el barril.
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