El 24 de julio de 2009 el salario mínimo federal de EE.UU. tuvo su última alza, hasta los 7,25 dólares la hora. Pese a que han pasado 10 años y varios intentos por aumentar esta cifra, los trabajadores tendrán que esperar hasta las elecciones de 2020 para intentar lograr un incremento.
«Es poco probable que los trabajadores vean buenas noticias en sus cheques bajo este Gobierno», dijo la directora de Voces de la Frontera, Christine Neuman-Ortiz.
«Llevamos años en esta lucha y sabemos que esto depende de quién esté sentado en la silla presidencial y quién controla el Congreso», agregó la activista que promueve el aumento del salario mínimo estatal en Wisconsin, estado donde tiene su sede su organización y donde se rigen por el salario mínimo federal.
Las declaraciones del líder de la mayoría en el Senado, Mitch McConnell, le dan la razón a Neuman-Ortiz. El republicano dijo la semana pasada a los medios que aumentar el salario mínimo federal «deprimiría la economía en un momento de auge económico».
La justificaciones de McConnell se dieron después que la Cámara de Representantes aprobó el jueves pasado el proyecto «Raise the Wage Act«, que permitiría que el actual salario mínimo federal suba a 15 dólares la hora de forma escalonada, además de otras protecciones.
La esperanza de los trabajadores de unos 16 estados que actualmente viven con el salario mínimo federal se desvaneció con las palabras de McConnell, al decir que el Senado no iba a tomar ningún proyecto al respecto.
La Casa Blanca también le echó el balde de agua fría al aumento al advertir que vetaría la medida si llegara a su escritorio.
Los 10 años de historia de los 7,25 dólares por hora del salario mínimo federal ya han dejado varios récord. El pasado 16 de junio marcó el periodo más largo de la historia sin un aumento desde que el presidente Franklin Delano Roosevelt lo instauró en 1938.
La última vez que el Congreso aprobó un aumento fue en mayo de 2007, cuando dio luz verde a los 7,25 por hora, que entró en vigencia el 24 de julio de 2009.
Un reciente estudio el Instituto de Políticas Económicas (EPI) apunta a que, debido a la inflación, el poder de compra de esos 7,25 dólares por hora ha disminuido la última década un 17%, lo que representa para un trabajador de tiempo completo una pérdida de 3.000 dólares al año de poder adquisitivo.
La comparación empeora cuando se hace un paralelo con los trabajadores de hace medio siglo. El actual salario mínimo federal ha perdido un 31% en su poder de compra, 6.800 dólares menos al año que hace cinco décadas, subraya el informe de EPI.
«Durante demasiado tiempo, nuestra política federal sobre el salario mínimo ha sido una de negligencia absoluta. Incluso cuando el Congreso ha aumentado el salario mínimo federal, no lo ha hecho lo suficiente como para mantenerse al día con el poder adquisitivo que se ha erosionado desde el último aumento», destacaron.
Y la situación empeora para aquellos que ni siquiera ganan el salario mínimo federal, advierte Neuman-Ortiz. Según estadísticas del Departamento de Trabajo, en 2018, alrededor de 1,7 millones de personas tenían empleos con un salario por debajo del mínimo federal. La gran mayoría de ellos son adultos.
La presidenta de la Unión de Trabajadores Campesinos (UFW), Teresa Romero, dijo que el tema de los salarios es un asunto que, por décadas, ha sido visto con mucha resistencia entre legisladores y gobiernos federales.
«Siempre se está buscando obra de mano barata sin pensar que esos trabajadores son la base de los negocios, de lo que se lleva a la mesa, como el caso de los campesinos», insistió Romero.
Y fue esa necesidad de crear consciencia la que llevó en mayo pasado a la congresista Alexandria Ocasio-Cortez a servir copas de nuevo por un día en un restaurante de Nueva York.
La demócrata, que trabajó como camarera antes de entrar a la política, quiso buscar apoyo para el proyecto de ley que subiría el salario mínimo federal y que también incrementaría la paga federal de 2,13 dólares la hora para aquellos empleados, como los camareros, que reciben propinas.
«No es suficiente ser una tierra de libertad, tenemos que ser una tierra de libertad económica, tenemos que ser económicamente libres para tomar las decisiones que necesitamos tomar en nuestra vida», dijo Ocasio Cortez, en su intento por buscar aliados.
Actualmente 16 estados se rigen por el mínimo federal y otros cinco no acatan la regla, ni tienen una legislación que establezca el mínimo para pagar.
«Para trabajadores como los de Wisconsin, (que se rigen por el mínimo federal) el futuro de sus salarios, y de su vida está en manos de los votantes, esperemos de que estas próximas elecciones lo podamos lograr», dijo Neuman-Ortiz
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