El salario mínimo en Argentina subirá un 35% en tres cuotas, decidió el Gobierno al no llegar a un acuerdo en la reunión del Consejo de Salario, y algunos sindicatos que asistieron al encuentro tacharon la medida de no ser «suficiente», debido a la crisis que azota al país.
El ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica, anunció que el ingreso básico en el país suramericano aumentará en tres tramos: 13% a partir de agosto, 12% en septiembre y 10% en octubre.
El mínimo sueldo mensual pasaría de 12.500 pesos (200 dólares, según valores actuales), tal y como se acordó el agosto del año pasado, a rondar los 16.800 pesos mensuales (unos 270 dólares).
Después de la reunión, en la que discutieron el aumento para el haber mínimo y el máximo de las prestaciones por desempleo, diferentes representantes de trabajadores expresaron su disconformidad con esta medida.
«No es suficiente ni aceptable (…). Por parte de la Confederación General de Trabajo (CGT) creemos que tendría que tener un valor que vaya acompañado la caída de los ingresos, sobre todo en los sectores más vulnerables», consideró el secretario de la CGT, Héctor Daer, cuya organización solicitó elevar el salario mínimo a unos 31.000 pesos (500 dólares)
La pobreza abarca el 32% de la población, según datos oficiales y el desempleo alcanzó el 10,1% en el primer trimestre de 2019.
El dato de la inflación de julio respecto de junio mostró una moderación de la tendencia de la inflación respecto a las magnitudes que se había registrado en marzo (4,7%), abril (3,4%), mayo (3,1%) y junio (2,7%).
Sin embargo, las turbulencias financieras de esta semana, tras la adversa reacción de los mercados ante la derrota del oficialismo en las primarias del domingo pasado, hacen prever que la inflación se acelerará en agosto, por lo que el poder adquisitivo de los argentinos continuaría disminuyendo.
«Este Gobierno está tomando medidas tardías, unilaterales y (…) siguen sin resolver el problema de fondo. Con este tipo de medidas no se frena la fuga de capitales (…) y además están vaciando el Banco Central y van a dejar sin reservas al futuro Gobierno».
En solo tres semanas, Argentina ha perdido algo más de 10.000 millones de dólares de reservas, que rondan los 56.000 millones de dólares, una sangría que en parte se explica por las divisas volcadas por el Banco Central al mercado para tratar de estabilizar el tipo de cambio.
– Macri pide prudencia –
El presidente de Argentina, Mauricio Macri, pidió «responsabilidad» y «prudencia» para llevar tranquilidad a los argentinos, tras una semana agitada en los mercados en la que el Gobierno anunció medidas para aplazar los vencimientos de deuda con sus acreedores.
«Todos podemos ayudar desde la responsabilidad y la prudencia a llevar tranquilidad a los argentinos. Cada uno desde su lugar», expresó el presidente argentino en su cuenta de Twitter.
Para Macri, esta es su «única prioridad», y señaló que todas sus acciones van en esa dirección, «buscando tender puentes y dialogando».
Desde las primarias del país el pasado 11 de agosto, en las que el opositor Alberto Fernández se impuso a Macri por amplia diferencia, el peso argentino ha sufrido una fuerte devaluación, el mercado bursátil nacional se ha resentido profundamente y el riesgo país se disparó hoy hasta los 2.533 puntos, la cifra más alta desde 2005.
El Gobierno aplazó entre tres y seis meses los vencimientos de títulos de corto plazo en manos de inversores institucionales, mientras que también buscará alargar los lapsos de pago de los pasivos financieros de mediano y largo plazo con acreedores privados, mediante una ley del Parlamento.
Además, el ministro de Hacienda argentino, Hernán Lacunza, anunció que intentarán negociar una extensión del vencimiento del pago de la deuda de 56.300 millones de dólares que contrajeron con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El inesperado resultado de las primarias que alejan las posibilidades de Macri de lograr la reelección en los comicios del próximo octubre desataron en las últimas semanas una serie de turbulencias en los mercados, que han llevado a una apreciación del dólar cercana al 30%.
La tregua de la semana pasada entre el Gobierno y la oposición se resquebrajó esta semana tras los encuentros con los enviados del FMI.
– Fernández: el default es virtual –
El candidato opositor a la presidencia de Argentina Alberto Fernández aseguró que el país suramericano ha entrado en «default virtual», de lo que culpó al Gobierno de Mauricio Macri y al Fondo Monetario Internacional (FMI).
«Ahora no hay nadie tomando deuda argentina ni nadie que pueda pagarla. Argentina está en default virtual, encubierto», dijo Fernández, del peronista Frente de Todos, en una entrevista con The Wall Street Journal (WSJ).
Fernández se ha convertido en el favorito para ganar los comicios del 27 de octubre tras obtener un 47,78% de los votos en las elecciones primarias celebradas hace tres semanas, aventajando por más de cuatro millones de votos (31,80%) al conservador Macri, que busca la reelección.
Para Fernández, cuya fórmula vicepresidencial es la ex presidenta Cristina Fernández (2007-2015), la crisis económica generada por el Gobierno de Macri es un «déjà vu» de la grave crisis política, social y económica que Argentina vivió en 2001.
«El Gobierno de Macri ha ocasionado un daño similar al que Argentina sufrió en 2001: un default de la deuda, sin reservas de divisas, una devaluación precipitada y un incremento de la pobreza», aseguró Fernández en la entrevista.
«Los mercados ya saben hacia dónde se dirigen», apuntó Fernández.
«Lo que quiero que entiendan en el FMI -añadió- es que ellos son culpables de la situación. Fue un acto de complicidad con el Gobierno de Macri. Fue la campaña de reelección más cara de la historia, y le dieron el dinero a un gastador compulsivo».
El candidato peronista se refirió así al préstamo suscrito por el Fondo con Argentina por 56.300 millones de dólares, de los cuales ya se han desembolsado 44.500 millones de dólares. «Para nosotros, es sorprendente que el mundo crea que Macri es la solución», agregó.
En la entrevista con el WSJ, Fernández afirmó que «para revertir este ciclo hay que lanzar un plan para que crezca el consumo. Y no le voy a pedir permiso al FMI para hacerlo», aseguró el presidenciable.
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