Los negociadores europeos y británicos se reunirán dos veces por semana en septiembre para intentar ponerse de acuerdo sobre las condiciones del divorcio previsto el 31 de octubre, anunció el jueves por la noche el gobierno británico.
Más «reuniones técnicas» podrían agregarse a los dos encuentro semanales, que continuarán durante la suspensión del parlamento británico entre la segunda semana de septiembre y el 14 de octubre, precisó en un comunicado el ministerio británico del Brexit.
«Me vi alentado en las últimas semanas por mis conversaciones con dirigentes europeos sobre la voluntad de hablar de soluciones alternativas a la antidemocrática salvaguarda», dijo el primer ministro Boris Johnson en referencia al mecanismo destinado a evitar una nueva frontera en la isla de Irlanda.
«Ahora es el momento de que las dos partes aceleren el ritmo», agregó.
La controvertida «salvaguarda irlandesa» es un mecanismo de último recurso, que solo debería entrar en vigor si no se encuentra una solución mejor durante la negociación de la futura relación entre las dos partes, pero los euroescépticos la rechazan por mantener al país dentro de una unión aduanera con la UE.
Johnson, quien afirmó que su país saldrá del bloque el 31 de octubre con o sin acuerdo, quiere suprimir esta disposición porque impediría al Reino Unido llevar a cabo una política comercial independiente con terceros países.
Londres afirmó que también enviará a representantes especializados en la cuestión de las fronteras y de la política comercial a Bruselas para ayudar en las negociaciones al consejero del primer ministro David Frost.
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