Miles de activistas prodemocracia desafiaron en Hong Kong la prohibición de manifestar y salieron a las calles de la ex colonia británica, un día después de la detención de varias figuras del movimiento.
La policía justificó la decisión de prohibir la manifestación prevista este sábado 31 de agosto por los enfrentamientos ocurridos el domingo pasado, uno de los episodios más graves desde el inicio de la protesta en junio.
Las autoridades advirtieron en cambio a la población de «graves perturbaciones».
Para esquivar la prohibición, se llamó a organizar en la isla de Hong Kong concentraciones religiosas, que no necesitan autorizaciones. Y a primera hora de la tarde, varios miles de personas estaban reunidas principalmente en un estadio del barrio de Wanchai (centro).
En previsión de enfrentamientos, la policía levantó nuevas barricadas alrededor de la oficina de enlace del Gobierno central chino en la excolonia británica. Igualmente desplegó cañones de agua.
– Redada –
Hong Kong vive desde hace casi tres meses su peor crisis política desde su regreso a la jurisdicción China en 1997, con acciones casi diarias que acabaron a veces en disturbios. Una situación inédita a la que no logran dar respuesta las autoridades de la región semiautónoma.
Este sábado se cumplía el quinto aniversario del rechazo de Pekín a organizar elecciones con sufragio universal en Hong Kong. Esta decisión desencadenó el «movimiento de los Paraguas» de 2014, marcado por 79 días de ocupación del centro financiero y político de la ciudad.
La manifestación fue convocada por el Frente Civil de Derechos Humanos (FCDH), organización no violenta que planificó las mayores concentraciones de estos últimos meses. En particular la del 18 de agosto, que reunió a 1,7 millones de personas según los organizadores y que se saldó sin incidentes.
Además de la prohibición de manifestar, la víspera cinco militantes de primer orden y tres diputados fueron detenidos en una redada.
– «Congelador» –
Entre ellos, dos figuras centrales del «Movimiento de los Paraguas», Joshua Wong y Agnes Chow, ambos de 22 años, fueron detenidos el viernes al amanecer, e inculpados después, en especial por «incitación a participar en una concentración no autorizada». Horas más tarde, fueron liberados bajo fianza.
«Continuaremos el combate», prometió Wong al a vez que criticaba «el efecto congelador» de los arrestos de opositores.
En el marco de una reunión en Helsinki, la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, calificó la situación de «muy preocupante».
En Washington, el presidente estadounidense Donald Trump lanzó un llamado a la calma y exhortó a Pekín a gestionar las protestas «con humanidad».
Amnistía Internacional denunció, por su parte, «tácticas con el objetivo de sembrar el miedo sacadas de los manuales chinos».
El FCDH retiró el viernes su convocatoria a manifestar para no agravar la situación. Pero numerosos activistas discutieron en internet la manera de continuar apoyando el movimiento sin arriesgarse a ser detenidos.
– Rezar por los «pecadores» –
Los manifestantes, que desde hace tres meses hacen muestra de una creatividad sorprendente en sus acciones, sugirieron una serie de iniciativas, como ir «de compras en masa» o participar en concentraciones religiosas para rezar por los «pecadores hongkoneses».
El sábado por la mañana, LIHKG, un foro de manifestantes, anunció en Twitter que su aplicación fue el blanco del «peor ataque de su historia».
Un alto responsable de la policía anunció que sus efectivos seguían movilizados por la posibilidad de nuevos enfrentamientos con el ala radical del movimiento.
Otro militante, Andy Chan, fundador de una minúscula formación independentista prohibida por las autoridades, fue igualmente detenido, así como otros dos activistas conocidos, Rick Hui y Althea Suen.
Y por primera vez desde el inicio de la movilización, tres diputados fueron arrestados también el viernes: Cheng Chung-tai, Au Nok-hin y Jeremy Tam.
Más de 900 personas fueron detenidas en total desde junio. La policía negó sin embargo un intento de socavar las manifestaciones del fin de semana. «Es totalmente falso», declaró a los periodistas su portavoz, John Tse.
A última hora, un grupo de manifestantes en Hong Kong prendió fuego a una enorme barricada levantada cerca del cuartel general de la policía el sábado por la noche, creando grandes columnas de humo, según un corresponsal de la AFP.
El grupo usó explosivos plásticos de fabricación casera, vallas de metal y asientos de un estadio de deportes cercano antes de iniciar el fuego, ocurrido de Wan Chai, distrito central del enclave. Las manifestaciones han elevado el tono de violencia en los últimos días, ante las amenazas del gobierno chino de intervenir militarmente.
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