La petrolera estatal Petrobras, la mayor empresa de Brasil, consideró este viernes que lo «peor» de la crisis provocada por la COVID-19 «ya pasó» y prevé un aumento de la demanda interna por combustibles y derivados en el segundo semestre del año.
«La recuperación de la demanda de derivados en el mercado interno ha sido constante» y «creemos que la fase peor ya pasó, por lo que debemos seguir con una demanda de estable a creciente» en los próximos meses, señaló en una rueda de prensa la directora de refinación y gas natural de la compañía, Anelise Lara, en la que comentó los resultados semestrales divulgados la víspera.
Ese aumento, señaló la ejecutiva, se dará sobre todo en el diesel y gasolina, pues la búsqueda de queroseno de aviación todavía es «pequeña» debido a la «significativa» restricción de vuelos que está vigente en la mayoría de países.
Pese a que sus directores consideran que el sector petrolero enfrenta su mayor crisis en los últimos cien años, Petrobras mantuvo en el segundo trimestre su meta de concluir 2020 con una producción promedio de 2,7 millones de barriles diarios de petróleo y gas natural.
Solo en el primer semestre, la compañía produjo 2,85 millones de barriles de petróleo y gas equivalentes, un 10,4 % más de lo registrado en el mismo período de 2019, mientras que en el segundo trimestre, el incremento fue de 6,4 % en el comparativo interanual.
La producción estuvo pujada sobre todo por la planta de Buzios, considerada el «gigante del presal», una enorme reserva de la que extrae crudo a precios muy bajos en aguas profundas del Atlántico, y el «activo de mayor valor para Petrobras», según expresó el director de Explotación y Producción, Carlos Alberto Pereira.
«Tuvimos un desempeño operacional bastante sólido pese a la pandemia que afectó nuestras actividades», destacó Pereira, quien agregó que la planta de Buzios alcanzó un récord de producción diario el pasado 13 de julio, con 844.000 barriles de crudo equivalente por día, e igualmente cerrará julio con «un récord de producción mensual».
Para hacer frente a la caída de la demanda y el exceso de oferta global, que hizo el precio del crudo desplomarse, Petrobras suspendió sus operaciones en 62 plataformas marítimas en aguas rasas.
No obstante, pese a la paralización de actividades en esas plataformas, la petrolera estatal experimentó un «expresivo aumento» en las exportaciones, que han «compensado» la bajada en la demanda en el semestre.
En abril, la exportación de crudo superó la marca de un millón de barriles por día saliendo de la costa brasileña, lo que supone un nuevo récord y «confirma la tendencia de crecimiento» en los envíos al exterior.
La compañía señaló además que China se mantuvo como el principal destino, con un 87 % del volumen total exportado entre abril y junio.
– Sin cambios en el plan de desinversión –
Petrobras también dejó inalterado el ambicioso plan de desinversiones que puso en marcha hace cuatro años para vender activos poco estratégicos y mejorar su salud financiera, aunque reconoció que hubo algunos «retrasos» en la conclusión de algunos negocios.
La meta, según explicó el presidente de la estatal, Roberto Castello Branco, es reducir la deuda bruta de la empresa hasta los 60.000 millones de dólares, que actualmente se encuentra en los 91.000 millones de dólares, así como los gastos.
«Tenemos que estar preparados para ser una empresa resistente a la volatilidad de los precios del petróleo y a las fluctuaciones de la economía global», dijo Castello Branco.
«No podemos depender de factores externos para generar valor, tenemos que generarlo con nuestros propios medios, a través de la reducción de los gastos y siendo más eficientes», completó.
En ese sentido, el presidente adelantó además que Petrobras deberá concluir la venta de la refinería de Landulpho Alves (RLAM), en el estado de Bahía (nordeste), «dentro de uno o dos meses», ya que está discutiendo los detalles del negocio con el fondo Mubadala, la compañía que presentó la mejor oferta.
«Estamos en una fase normal de negociaciones, de aciertos para la firma del contrato», que «deberá acontecer en breve, dentro de uno o dos meses», recalcó Castello Branco.
Petrobras, controlada por el Estado pero con acciones negociadas en las bolsas de Sao Paulo, Nueva York y Madrid, registró en el primer semestre de 2020 pérdidas por 51.236 millones de reales (10.046 millones de dólares), en contraste con las ganancias de 22.897 millones de reales (unos 4.489 millones de dólares al cambio actual) del mismo período del año pasado.
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