El sistema eléctrico nacional (SEN) continúa reflejando las consecuencias de años de falta de mantenimiento e inversión. Aunque no ha vuelto a producirse un apagón general como los ocurridos durante 2019 en Venezuela, las fallas en el servicio persisten en casi todo el país.
Fuentes del sector eléctrico consultadas por Hispano Post, aseguran que las numerosas fallas energéticas han ocasionado una fuerte contracción del suministro de electricidad, que se traduce en 9.000 megavatios: el nivel histórico más bajo en 50 años.
Expertos aseguran que este nivel es insuficiente para cubrir la demanda aun cuando el consumo de electricidad ha venido bajando aceleradamente como consecuencia del desplome de la actividad productiva privada y pública, esta última evidenciada en la paralización de las empresas básicas de Guayana y la industria petrolera y petroquímica.
Ello se debe a que la mayoría de las plantas de generación térmica están paralizadas o funcionan al mínimo, por lo que el parque térmico nacional opera a 10% o menos de su capacidad instalada, de acuerdo con una de las fuentes.
Por ello, la Corporación Eléctrica Nacional aplica racionamientos en el interior del país para mantener la estabilidad del SEN, cuya demanda la sostiene la central hidroeléctrica de Guri en el estado Bolívar en un 70%.
«En Caracas -región estratégica para el régimen de Nicolás Maduro- no hay racionamiento. Sin embargo, la luz se va en muchas áreas de la capital por fallas», afirmó una de las fuentes.
Las fuentes destacaron que los estados a la cola -Zulia, Los Andes y Los Llanos- del sistema interconectado nacional de transmisión desde Guri son los más castigados con la falta de suministro.
«Muchas plantas térmicas están en cero generación o casi como Termo Zulia, Ramón Laguna, Rafael Urdaneta, Táchira y Planta Centro, entre otras. El complejo andino hidroeléctrico Uribante-Caparo está paralizado», deploró uno de los consultados.
Refirió que en Corpoelec no hay equipos ni repuestos suficientes para reponer los que se dañan por averías. «Muchas veces los mismos usuarios están en la disyuntiva de comprar el equipo o quedarse sin energía durante semanas o meses», dijo.
Con el coronavirus, Corpoelec mandó el personal administrativo a sus casas mientras que los empleados de operaciones de transmision, subtransmisión, distribución y reparación de averías están trabajando, pero en condiciones muy difíciles.
«No solo la falta de repuestos y la inestabilidad del SEN son el problema. Los trabajadores no cuentan con uniformes e implementos de trabajo y seguridad suficientes», alertó una de las fuentes.
Con información de Hispano Post.
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