El tenista español Rafa Nadal consiguió el billete a la final del Masters 1.000 de Miami (segundo de la temporada) al vencer al italiano Fabio Fognini en su duelo de semifinales por 6-1 y 7-5, un duelo marcado por el intenso viento que ha barrido la pista central de Crandon Park.
El partido comenzó de la mejor manera para el manacorí, que después de tres juegos de tanteo comenzó a ver cómo Fognini iba entrando en esa dinámica de la que es tan asiduo: una sucesión de errores no forzados que Nadal no pudo desaprovechar. El break en el cuarto juego fue en blanco, y a partir de ese momento, la primera manga fue del español.
Un parcial de 17-6 en los últimos cuatro juegos (break para el 5-1) otorgó la primera manga a Nadal e hizo pensar en un partido exprés. Solo habían pasado 25 minutos, pero Fognini aún tenía algo que decir.
En el segundo set, el italiano empezó a desperezarse, aunque poco a poco. Tuvo que defender hasta cinco bolas de break en sus dos primeros turnos de saque, pero salir victorioso de ese trance le hizo ganar en confianza. A pesar de no hacer daño a Nadal en el resto y tener que soportar el intenso viento que daba puntos de manera anárquica, empezó a conseguir juegos fáciles…hasta que llegó el undécimo juego.
Con 5-5 y 30-30 en el marcador, Fognini alejó a Nadal de la red y probó con una dejada de calidad…que se fue al pasillo de dobles por obra y gracia de una ráfaga de viento. Incrédulo, el italiano, miraba al cielo, tratando de comprender. Desconcentrado por el fatal desenlace, cometió una doble falta que le hizo perder el saque. Nadal no hizo feos al regalo y, con un juego en blanco, firmó el pase a la final.
En su línea de clara mejora de este curso, Nadal consigue su tercera final. Perdió ante Federer (que podría ser su rival si gana a Kyrgios en la otra semifinal) y Querrey en el Open de Australia y el torneo de Acapulco. ¿A la tercera irá la vencida? Eso pretende el manacorí.
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