Un pico de desabastecimiento de gasolina que se produjo esta semana en algunas ciudades de Venezuela se debió, en parte, a un aumento de las exportaciones a países aliados y a una fuga de talento en su petrolera, revelan documentos internos de PDVSA y fuentes familiarizadas con las operaciones.
En el mercado venezolano se sigue consiguiendo la gasolina más barata del mundo y, a pesar de problemas en la industria petrolera y una crisis económica cada vez más profunda, los suministros de combustible han seguido fluyendo sin mayores contratiempos.
Pero eso cambió el miércoles, cuando los venezolanos enfrentaron su primera escasez nacional de gasolina desde que una explosión afectó a la mayor refinería del país cinco años atrás. En ese momento, el gobierno frenó las exportaciones para garantizar el abastecimiento interno.
El mes pasado, Caracas decidió continuar exportando combustible a sus aliados políticos e, incluso, aumentó el volumen de los envíos pese a las advertencias al interior de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) sobre la posible crisis de suministro que podían causar esos despachos.
“Si este volumen adicional (…) fuera exportado, afectaría una carga programada para el mercado local”, se lee en un correo electrónico enviado por un funcionario del departamento de mercadotecnia de la firma a su unidad de comercio internacional.
Venezuela exportó en febrero 88.000 barriles por día (bpd) de combustibles -equivalentes a una quinta parte de su consumo interno- a Cuba, Nicaragua y otros países, según documentos internos de PDVSA vistos por Reuters.
Esos despachos incrementaron en 22.000 bpd los volúmenes que Venezuela había estado enviando a esos dos países bajo acuerdos alcanzados por el fallecido presidente Hugo Chávez para expandir su influencia diplomática en el Caribe.
La orden de aumentar las exportaciones provino de altos ejecutivos de PDVSA, según correos electrónicos internos vistos por Reuters.
El Ministerio de Petróleo de Venezuela y PDVSA no respondieron a solicitudes de comentarios para esta historia.
FUGA DE TALENTOS Y DEUDAS
La presión sobre el sistema de combustible del país se ha agravado por la salida del personal de la unidad de comercio y suministro de PDVSA, clave para asegurar que el combustible llegue a donde sea necesario y hacer pagos por las importaciones, dijeron tres fuentes cercanas a la compañía.
La unidad ha visto partir a una docena de sus empleados clave desde enero.
“Todas las semanas la gente se va por una u otra razón”, dijo una fuente de PDVSA cercana a las operaciones de la unidad.
Algunos fueron despedidos y otros han renunciado desde que la administración del presidente Nicolás Maduro insertó a principios del año a funcionarios políticos y militares en posiciones altas de la empresa más grande del país.
La imposición de líderes con poca o ninguna experiencia en la industria ha desilusionado aún más a algunos de los profesionales experimentados de la compañía y aceleró un éxodo que se acentuó a medida que empeoraban las condiciones económicas y sociales en Venezuela.
Un reciente informe interno de PDVSA visto por Reuters mencionó “una baja capacidad para retener personal clave”, entre salarios de unas pocas docenas de dólares al mes.
Entre otros factores, la salida del personal responsable de los pagos a proveedores provocó una acumulación de facturas pendientes de importación de combustible a Venezuela. Si se hubieran pagado esas facturas, la crisis de suministro habría sido menos aguda, dijeron las fuentes de la compañía.
Aproximadamente 10 tanqueros petroleros están esperando cerca de los puertos de PDVSA -en Venezuela y el Caribe- para descargar combustible para consumo interno y mezcla de petróleo. pero, según fuentes, no descargarán hasta que PDVSA pague.
Sólo un buque que trae combustible ha sido descargado desde principios de semana, mostraron datos de envíos.
PDVSA ha venido sufriendo desde que los precios internacionales del petróleo se hundieron a partir del 2014. Y, necesitada de efectivo, se prepara para cancelar unos 2.500 millones de dólares en pagos de bonos el próximo mes.
La firma dijo que está trabajando para solucionar el abastecimiento de gasolina mediante el impulso de las entregas a las regiones más afectadas, como el centro del país.
La escasez de camiones para trasladar productos refinados también ha causado cuellos de botella, dijo el presidente de PDVSA, Eulogio del Pino, durante una visita a una instalación de combustible esta semana. Los camiones no son suficientes por la dificultad para pagar las importaciones de repuestos.
No estaba claro cuándo volverían a la normalidad los suministros de combustible, pero desde la tarde del jueves las colas para surtir de gasolina menguaban.
Los trabajadores de la refinería Isla, en Curazao, dijeron el viernes que habían empezado el proceso de arranque de su craqueador catalítico, lo que podría aumentar el suministro de combustible en los próximos días.
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