Las relaciones entre Venezuela y Rusia se han estrechado conforme se agrava la crisis económica que enfrenta el presidente de Nicolás Maduro. Moscú es uno de los pocos aliados que le quedan al gobierno y de los que tienen capacidad de brindar apoyo económico que es lo más urgente.
Maduro anunció que viajará a Moscú para participar en una reunión con los países miembros de la Opep y otros productores de crudo, pero además para conversar con el presidente ruso Vladimir Putin.
“Voy a tener una reunión de trabajo muy importante con el presidente Vladimir Putin, muy importante para el futuro de la cooperación financiera, tecnológica, agrícola y militar entre Rusia y Venezuela”, dijo Maduro en un acto transmitido por VTV el lunes.
Estos son cinco temas que deberían tratarse en la reunión bilateral:
1.- Deuda. A principios del mes pasado Venezuela negociaba la reestructuración de la deuda que tiene con Rusia, así que seguramente será un tema de conversación. En agosto el líder opositor ruso Alexéi Navalni denunció que el Kremlin financia a Maduro, y que Rusia no tiene intención de recuperar los $8.800 millones en créditos a Caracas.
Ya Venezuela logró con éxito una reestructuración de la deuda de $2.800 millones adquirida en 2011, que se empezará a cancelar en 2019.
El más reciente informe financiero de Pdvsa señala que durante el año 2016 “se establecieron acuerdos, denominados en dólares, para la venta de crudo y productos a Rosneft, la cual pagó a Pdvsa de manera anticipada $1.485 millones”. Estos y otros ingresos han ayudado al flujo de caja tanto de la estatal venezolana como a la República para cumplir compromisos con bonistas y proveedores.
Agrega que en abril de 2017, mediante el acuerdo para la venta de crudo y productos a Rosneft, Pdvsa recibió un anticipo de $1.015 millones.
El gobierno de Maduro enfrenta un escenario fuerte de pagos a sus tenedores de bonos especialmente en las próximas semanas cuando debe erogar de sus arcas $3.500 millones sin contar con plazo de gracia. Para ello necesita más dinero que puede venir por la vía de préstamos pagaderos con petróleo, como ya se hace con China y la misma Rusia.
Según cálculos de Reuters, solo Rosneft ha prestado $17.000 millones desde 2006 a Venezuela, que se ve en la necesidad de recurrir cada vez más a este tipo de acuerdos frente a una difícil posición financiera para emitir bonos.
Maduro conversará seguramente la necesidad de nuevas inversiones petroleras en el país, que ha visto descender su producción incluso por debajo del límite acordado dentro de la Opep para impulsar los precios. Datos de la organización señalan que al cierre de agosto de este año, Venezuela producía 1,918 millones de barrilles diarios, en contras con los 2,104 mbd que bombeaba en el mismo mes de 2016.
2.- Citgo. La empresa petrolera venezolana en Estados Unidos es motivo de atención porque la mitad de ella es la garantía de un préstamo que la estatal rusa Rosneft hizo a Venezuela. Estados Unidos está reacio a aceptar que Rusia sea dueña, aunque sea en parte, de refinerías y estaciones de servicio en su territorio, por lo que hay diputados y otros políticos buscando la forma de bloquear el proceso en caso de que ocurra un impago.
3.- Negocios petroleros. Rusia tiene una fuerte posición en el negocio petrolero dentro de Venezuela. Rosneft actualmente participa en cinco grandes proyectos petroleros venezolanos. En agosto, un reporte de la agencia Reuters aseguraba que Pdvsa está ofreciendo a Rusia participación en cinco empresas en la Faja del Orinoco, tres en el Lago de Maracaibo y un proyecto en el Golfo de Paria.
Agregaba Reuters que la estatal rusa también se ha posicionado como un intermediario en ventas de petróleo venezolano a clientes en todo el mundo y que revende cerca de 225.000 barriles por día (bpd) de crudo venezolano, equivalentes al 13% de las exportaciones totales del país.
4.- Sanciones. El camino de las sanciones contras las finanzas venezolanas se abrió con las medidas aplicadas por el gobierno de Donald Trump a los bonos soberanos y de Pdvsa. Es un escenario que ya Rusia ha transitado desde 2014, tras la anexión de Crimea, por lo que Putin podría ser un consejero para Maduro que lo guíe en cómo mantener a flote la economía en un contexto de sanciones.
En ese mismo contexto, Maduro ha insistido en que quiere “liberar a Venezuela del dólar” y entre las monedas que mencionó para hacerlo está el rublo. Existe la probabilidad, como ya ocurrió con China, que se negocien nuevos préstamos, pero en rublos que permitan a Venezuela comprar productos, como el trigo, a Rusia en su propia moneda.
5.- Armas y comida. Aunque las relaciones comerciales se restringen básicamente a petróleo, Venezuela también es un importante comprador de armas y tecnología militar rusa. En 2014, Venezuela gastó $79 millones en compras militares de acuerdo con datos del Stockholm International Peace Research Institute (SIPRI).
Por otro lado están las compras venezolanas de trigo, vital para evitar una escasez mayor de pan y pasta en el país. Ya hay un acuerdo para su adquisición y luego de varios meses de anunciado ya han llegado dos cargamentos a puertos venezolanos. Es una vía para evitar a otros proveedores que pueden exigir pagos en plazos más cortos.
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