A lo largo de la historia, el ser humano ha utilizado diferentes tipos de formas de pago por productos y servicios. Iniciamos con el trueque, luego el pago con sal realizado al ejército romano, el cual valía su peso en oro, de ahí el origen del término salario derivado del latín salarium. Luego las monedas de metales donde surge el término dinero que proviene del latín denarius, moneda romana de plata que comenzó a acuñarse en el siglo III a.C., sustituyó al patrón cobre por el patrón plata como referencia monetaria en Roma.
Posteriormente, los gobiernos en todos los países comenzaron a imprimir billetes para evitar falsificadores o acuñadores de monedas (en el año 845 China, 1718 en Inglaterra y en 1787 el dólar estadounidense). Luego,fue en Inglaterra, hacia 1780, cuando inició la impresión y uso de los cheques como se conoce actualmente o con pocas diferencias. A principios del Siglo XX, el sector privado dio inicio a la emisión de tarjetas de crédito (en el año 1914 Western Union; 1949 Diner’s Club; 1958 American Express; 1965 MasterCard; 1977 VISA) sistema que se convirtió en un medio de intercambio mucho mejor que el trueque y que el dinero efectivo.
En el siglo XX en el ámbito internacional, se vivieron momentos donde se buscó establecer normas económicas de impacto global. En enero de 1918, el presidente de Estados Unidos, Woodrow Wilson redactó un discurso conocido como los “Catorce Puntos”, con propuestas para la conformación de un nuevo orden mundial. Entre esos puntos estaba la “desaparición, tanto como sea posible, de las barreras económicas”.
En la historia reciente, para evitar el descalabro financiero generado en la época de entreguerras, en agosto de 1941 surgió La Carta del Atlántico, documento concebido al encontrarse el presidente de EEUU, Franklin Roosevelt con el ministro británico Winston Churchill en un navío en el Atlántico norte. En dicho documento, Rossevelt definió varios objetivos para el mundo de la posguerra, entre esos estaba la “colaboración más completa, en el dominio de la economía, con el fin de asegurar a todos (…) el progreso económico”.
Posteriormente, en julio de 1944, en el Hotel Mount de Bretton Woods en el estado de New Hampshire (EEUU), se llevó a cabo una convención en la cual participaron 44 países con la finalidad de establecer un nuevo orden económico mundial para concebir un marco regulatorio de las relaciones comerciales y financieras. Para esa época, había un debate entre el economista de Reino Unido, John Maynard Keynes y el estadounidense Harry Dexter White. Keynes proponía la creación de un órgano internacional de compensación que tendría la capacidad de emitir una moneda internacional que denominaría bancor y estaría relacionada a las divisas fuertes y posteriormente sería canjeable en moneda local por medio de un cambio fijo.
Mientras que White, secretario adjunto del Tesoro de EEUU, propuso entre otras cosas, la creación del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial. Finalmente, en la convención surgió el Acuerdo de Bretton Woods, donde se adoptó la propuesta de White, establecieron un tipo de cambio sólido, basado en el dólar de Estados Unidos, adoptando el patrón oro, donde se establecía su valor en 35 dólares por onza, pudiendo cambiar dólares por oro sin restricciones de ningún tipo.
Fue durante la Guerra de Vietnam cuando los países con las principales economías del mundo comenzaron a abandonar el patrón oro e iniciaron a trabajar basados en un sistema de tipos cambiarios. Pero, fue específicamente el 15 de agosto de 1971, cuando el presidente de los EEUU, Richard Nixon, anunció la no conversión del dólar en oro, llegando a su fin el Acuerdo de Bretton Woods. A partir de ese momento, las divisas comenzaron a tener un valor fluctuante lo que conllevó a un mercado de divisas.
El dinero fiat o fiduciario
En la actualidad, encontramos el dinero fiat proviene del latín hágase, es de uso obligatorio en un territorio por imposición de una ley, ejemplo el euro. Y el dinero fiduciario proviene del latín fiduciarius, de fiducia, se basa en la fe o confianza de toda una población a las riquezas que presenta el país o ente emisor de la moneda. Hoy las divisas son elementos fiduciarios, sin respaldo en metales preciosos pero con valor legal. Ya los chinos en el siglo XI, habían hecho uso de este sistema monetario.
Criptomoneda, criptodivisa, moneda digital (2009) (aún no reconocida por la RAE)
Para muchos denominado medio digital de intercambio, para otros es dinero electrónico, podría definirse como dinero digital basado en la tecnología blockchain (cadena de bloques que crea un nuevo ecosistema digital y un nuevo patrón dentro de la economía global, descentralizada).
Comenzamos a conocer una nueva faceta del internet: hasta ahora conocíamos el Internet de la información, ahora comenzamos a conocer el Internet del valor (en inglés Internet of Value –IoV-), donde se destaca la posibilidad de que cualquier individuo con acceso a internet, pueda efectuar transacciones económicas a escala global en cuestión de segundos y sin bancos intermediarios gracias a la tecnología blockchain. A partir de la creación de Kraken y Coinbase en el año 2011, iniciaron los exchanges de criptomonedas, sitios web con aplicaciones móviles que permiten el intercambio de valor en criptomonedas, llamadas así por el uso de la criptografía que en el ámbito de la informática es un sistema que se encarga del estudio de los algoritmos, protocolos y sistemas para proteger información y brindar seguridad y autenticación a las comunicaciones.
El patrón digital, compuesto por el dinero digital y la plataforma blockchain, ha generado un impacto tecnológico que está transformando el sistema financiero mundial. El dinero digital se concibe en este momento como una figura múltiple al poder ser forma de pago, una acción o una propiedad, lo que imposibilita incluirlo en los conceptos económicos tradicionales y plantea un reto para los Estados en cuanto al sistema monetario estatal centralizado frente a esta nueva visión monetaria descentralizada.
Estamos ante una reconfiguración del concepto de dinero en la aldea global. El dinero digital sustituye al dinero fiat tal y como se conoce. Al ser de libre circulación a escala global y depender de la confianza que depositan en ella los usuarios, vivimos una “economía colaborativa” donde todos los que hacen uso de ella (minando, usando como forma de pago, activo o como fondo de ahorro e inversión en cada proyecto de moneda digital) le otorgan cada día más valor a todas las monedas digitales.
* Comunicador Social con postgrado en TIC´s en la Universidad del Zulia. Master en la Escuela Diplomática de España (Madrid). Estudios de Alto Nivel en Gobernabilidad y Gerencia Pública en la George Washington University y Universidad del Rosario (Colombia). Estudios en Diplomacia y Relaciones Internacionales en la Universidad Complutense de Madrid. Académico en la Universidad Católica Cecilio Acosta (Maracaibo). Diplomático ante la Santa Sede y ante la República de Colombia.
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