La bolsa de Sao Paulo perdía 1,17% y su índice Ibovespa, referencia del parqué, se situaba en los 84.713 puntos a mitad de la sesión, tras haber alcanzado su máximo histórico intradiario, impulsado por el triunfo del ultraderechista Jair Bolsonaro en las presidenciales del domingo en Brasil.
El corro paulista registraba fuertes pérdidas pasadas las 13:30 hora local (16:30 GMT), después de subir un notable 2,62% en la apertura en la primera sesión con el capitán de la reserva del Ejército como presidente electo del país suramericano.
El parqué brasileño llegó poco después del inicio de la jornada a las 88.377 unidades básicas, lo que significó un nuevo máximo histórico intradiario, superando así los 88.317 puntos que alcanzó durante la sesión del pasado 26 de febrero.
Bolsonaro ganó la segunda vuelta de los comicios con 55% de los votos frente al 44% que consiguió el progresista Fernando Haddad, sucesor del encarcelado expresidente Luiz Inácio Lula da Silva como candidato del Partido de los Trabajadores (PT).
El ultraderechista, destapado como un ferviente liberal económico durante la campaña electoral, asumirá la Presidencia de Brasil a partir del próximo 1 de enero.
El pico de ganancias en la bolsa coincidió con unas declaraciones a periodistas de uno de sus más estrechos colaboradores, el diputado Onyx Lorenzoni, cotejado como futuro ministro de la Presidencia y quien afirmó que una prioridad del Ejecutivo será la reforma del sistema de jubilaciones.
Sin embargo, el “efecto Bolsonaro” no fue suficiente para mantener en el terreno de las ganancias al Ibovespa, que cambió de signo a mitad de la sesión y aceleró sus pérdidas, lastrada por varios de los principales valores de la plaza.
En este sentido, las acciones ordinarias de la minera Vale cedían 3,29%, mientras que las preferenciales de la petrolera estatal Petrobras, caían 1,85%.
La red educativa Kroton encabezaba las pérdidas con un descenso en sus títulos ordinarios de 5,67%, seguido de la eléctrica estatal Cemig, cuyos preferenciales perdían 5,31%.
El mercado financiero brasileño apostó por el triunfo de Bolsonaro, quien en la víspera ratificó su compromiso con las reformas, el equilibrio fiscal y una mayor apertura económica.
El militar también pretende privatizar empresas de naturaleza pública y descentralizar el poder del Estado brasileño y reducir el tamaño de este último, empezando por un recorte drástico en el número de ministerios.
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