El grupo petrolero español Repsol anunció este miércoles un beneficio neto de 625 millones de euros, un alza de 18,6% interanual, impulsado por la rentabilidad de su rama de exploración y producción.
El beneficio neto ajustado, considerado por el grupo como el indicador más significativo de su desempeño, se elevó a 588 millones de euros, para un avance de 11,4% interanual.
En la mañana la Bolsa de Madrid valoraba los resultados de Repsol, que ganaba 4,06% a 15,78 euros en un mercado alcista (+1,24%).
La producción total alcanzó el equivalente a 691.000 barriles al día, en ligera baja con respecto al mismo periodo de 2017 (-0,3%).
Pero los beneficios de su apartado de exploración y producción, llamado “upstream”, escalaron un 148,6% con respecto al tercer trimestre del año pasado, a 368 millones de euros.
“Una mayor producción en Libia” y “la adquisición de Visund”, un campo situado en el Mar del Norte en Noruega, compensaron “la menor demanda de gas” en Venezuela, justificó Repsol.
Los precios más elevados de crudo y gas “han tenido un efecto positivo en el resultado operativo” de las actividades de exploración y producción, señaló.
La rentabilidad de esta rama “upstream” aumentó con fuerza: el beneficio bruto de explotación (Ebitda) avanzó en 70,6% en el tercer trimestre, en comparación con el mismo periodo de 2017.
Los beneficios de la actividad de refinación y química (“downstream”) bajaron por el contrario 33,1%, frente al mismo periodo del año anterior, a 336 millones de euros.
Por otro lado, el grupo redujo considerablemente su deuda neta, que quedó en 2.304 millones de euros en el tercer trimestre, una caída de 67% con respecto al mismo trimestre de 2017.
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