El grupo tecnológico chino Huawei acusó a Estados Unidos de utilizar todas las herramientas a su disposición, incluidos los poderes judiciales y administrativos, para interrumpir las operaciones comerciales con sus socios, así como de amenazar a sus empleados.
La empresa ha vertido numerosas acusaciones contra Estados Unidos, al tiempo que ha calificado en un comunicado de «falsas» las acusaciones sobre supuestos robos de patentes, hecho que investiga la Fiscalía estadounidense, según informó el diario The Wall Street Journal la semana pasada.
Una de las pesquisas de la Fiscalía proviene de la acusación hecha por un productor multimedia portugués, Rui Oliveira, quien aseguró que Huawei usó su tecnología para las cámaras de teléfonos inteligentes, para la que tenía patentes en Estados Unidos.
Entre las acusaciones a Estados Unidos, la firma asiática ha afirmado que Washington ha dado órdenes a sus fuerzas de seguridad «para amenazar, coaccionar, persuadir e incitar a actuales y antiguos empleados de Huawei para que se vuelvan contra la compañía y trabajen para ellos».
Ha puesto también de relieve que Estados Unidos ha enviado a agentes del FBI a los hogares de empleados de Huawei para persuadirlos de que espíen a la compañía.
Asimismo, ha apuntado que Estados Unidos ha lanzado ciberataques para infiltrarse en la intranet de Huawei y en los sistemas de información interna y ha registrado y detenido a empleados de Huawei y socios empresariales.
Por último, sin haber presentado pruebas sobre las acusaciones, ha condenado «enérgicamente» la pretensión del Gobierno estadounidense de desacreditar a Huawei y «frenar su posición de liderazgo en el sector».
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