Dos delegaciones de Venezuela enfrentadas se pasearon por los corredores de las Naciones Unidas durante la Asamblea General, cruzando ataques e intentando sumar adeptos a su causa.
Ni el presidente Nicolás Maduro ni el líder opositor Juan Guaidó, reconocido como presidente interino de Venezuela por Estados Unidos y otra cincuentena de países, acudieron a la mayor cita diplomática mundial.
Pero delegaciones de ambas partes se enfrascaron en una intensa lucha diplomática: por un lado, la oficial de Venezuela liderada por el canciller Jorge Arreaza y la vicepresidenta Delcy Rodríguez, y del otro, la delegación de Guaidó, encabezada por su encargado de relaciones exteriores, Julio Borges.
«Fantasmas»
Los delegados del opositor Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, «andan por allí dando vueltas como unos fantasmas por Naciones Unidas», dijo Arreaza esta semana a periodistas.
«Nadie los invitó. Están, como dicen en España, colados. En Venezuela hay una expresión, es muy clara: arroceros. Están de arroceros aquí».
Arreaza explicó que los enviados opositores fueron acreditados ante la Asamblea por varios países de la región, «la cosa más absurda».
Así, mientras el canciller se reunía con funcionarios de países aliados, la delegación de Guaidó cumplió una intensa agenda diplomática al margen de la Asamblea, que incluyó una reunión con el presidente estadounidense, Donald Trump, y con mandatarios o representantes de más de 20 países de la región con el objetivo de presionar por más sanciones contra Caracas.
Borges destacó «el contraste» de todo lo logrado por su delegación y el creciente aislamiento internacional del gobierno de Maduro.
«Triste papel»
A Arreaza y Rodríguez «nadie quiso recibirlos», dijo Borges el viernes en una conferencia de prensa en el consulado de Venezuela en Nueva York, administrado por el equipo de Guaidó.
«Incluso en los pasillos donde se encontraba a cancilleres o a presidentes, Arreaza hacia el triste papel de perseguirlos a ver si se podía tomar una foto escondido con ellos, denunció mientras una decena de manifestantes pro-Maduro gritaban frente al consulado.
«Y muchas de las fotos que publicaron (en redes sociales) son de países que son tóxicos» o que fueron «emboscados» para lograr la imagen, añadió.
Arreaza colgó en su cuenta de Twitter fotos o videos con los presidentes de Irán y Turquía y con el primer ministro de Pakistán, así como con los cancilleres de España, Países Bajos, Uruguay, Belize, Sudán del Sur o Nepal.
«A Maduro no le queda otra cosa que irse a esconder a Rusia, a Diosdado Cabello nada más y nada menos que irse a Corea del Norte y traer aquí a una representación mediocre», lanzó Borges.
Maduro viajó esta semana a Moscú, donde fue recibido por el presidente Vladimir Putin, que tampoco acudió a la ONU.
El chavista Diosdado Cabello, presidente de la oficialista Asamblea Nacional Constituyente, viajó a Corea del Norte donde entregó a Kim Jong Un «una carta personal y un regalo» de Maduro, informó la agencia oficial norcoreana KCNA.
El gobierno de Maduro no permite a Guaidó salir de Venezuela.
La vicepresidenta de Venezuela tiene previsto pronunciar su discurso ante la Asamblea este viernes a las 15h00 (20h00 GMT) y luego ofrecerá una rueda de prensa.
Borrell, más sensible al tema venezolano
Este viernes la Unión Europea sancionó a siete miembros de las fuerzas de seguridad venezolanas por «torturas» y por la muerte del militar Rafael Acosta, y dijo estar dispuesta a adoptar más medidas para fomentar una «transición negociada» en el país latinoamericano.
Borges, que también se reunió con el ministro español de Exteriores Josep Borrell, se congratuló de que éste reemplace próximamente a Federica Mogherini como jefe de la diplomacia europea.
«Mogherini nunca comprendió bien el tema venezolano», aseguró. «Borrel, por ser español, tiene una sensibilidad en conocer la región, los actores, muy afilada» y está «humanamente comprometido con el tema» de Venezuela.
«No es posible que España sea el paraíso de los testaferros de Maduro. No es posible que Europa sea el santuario donde se acoge a los familiares de quienes torturan o roban a 35 millones de venezolanos. Se necesita más presión», afirmó.
En Ginebra, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU decidió este viernes crear «una misión internacional independiente» encargada de investigar las presuntas violaciones de los derechos humanos en Venezuela.
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