Los cambios introducidos al White Paper o libro blanco hacen del petro una verdadera criptomoneda (no un token como la versión anterior), que como tal tiene un respaldo fiduciario. “Es una moneda paralela, legal, que no requiere una modificación de la Constitución nacional”, señala el economista Alexander Guerrero.
Dada la situación económica y financiera de Venezuela es normal que el gobierno cree una moneda paralela para transacciones particulares, indica el también académico, quien recuerda que en Suiza existe una moneda privada utilizada en un municipio de esa nación. Pero Argentina y Uruguay también cuentan con monedas paralelas, por ejemplo.
Si bien el artículo 318 de la Constitución establece que la unidad monetaria de la República Bolivariana de Venezuela es el bolívar, no hay nada que indique que no pueda crearse una moneda paralela. Además, el mismo articulado señala que el Banco Central de Venezuela es persona jurídica de derecho público con autonomía para la formulación y el ejercicio de las políticas de su competencia, con lo cual se interpreta que como parte de la política monetaria, se podría emitir una moneda paralela.
Las monedas paralelas se emiten cuando existe muy poco circulante de las monedas de curso legal, y en el caso de Venezuela, la cantidad de monedas y billetes representaba 3,6% del total de liquidez monetaria al 21 de septiembre.
Venezuela, que vive un agresivo proceso hiperinflacionario, apela al petro como una medida para hacer frente a la escasez de billetes, tras la mutación que sufrió desde su nacimiento como un título de crédito público, según el Departamento del Tesoro, hasta lo que se anunció este lunes.
La impresión de billetes tiene un costo elevado que el gobierno no puede asumir debido al desplome de sus ingresos, lo que lo ha llevado a incumplir compromisos adquiridos, incluso con las empresas fabricantes de papel moneda, como ocurre con Crane Currency.
“Un billete de BsS 10, en dólares, es más caro que el valor del billete. Producir papel moneda es muy costoso”, señala Guerrero, quien insiste en que el gobierno necesita de dinero desmaterializado, digitalizado para determinados pagos. “Ello es perfectamente válido y normal dado los problemas de efectivo que tiene el Ejecutivo”.
En tiempos de hiperinflación la demanda de papel se incrementa y una de las pruebas está en el precio del billete en el mercado negro, donde se compra hasta por 400% de su valor nominal. “Un bolívar soberano desmaterializado va a requerir de dos a tres bolívares en papel, lo que obliga a ir a medios electrónicos”, apunta el economista.
De acuerdo con el análisis de Guerrero, debido a las enormes limitaciones económicas y financieras -incluyendo las sanciones impuestas por la administración de Donald Trump- y a que una infraestructura de pago es demasiado costosa y requiere de una buena conexión de Internet que Venezuela no dispone, “esto puede terminar en un mecanismo de pago al gobierno como la gasolina y los impuestos”.
El presidente Nicolás Maduro informó a principios de año que la tecnología blockchain del petro sería utilizada a para el pago de impuestos, servicios turísticos, combustible de las aerolíneas, expendio de gasolina en las estaciones ubicadas en la frontera con Colombia, servicios consulares en todas las embajadas de Venezuela en el mundo y para las actividades financieras de las cajas de ahorros del país.
Pero además, las empresas estatales Petróleos de Venezuela (Pdvsa), Petroquímica de Venezuela (Pequiven) y la Corporación Venezolana de Guayana (CVG) podrían efectuar un porcentaje –no definido–de sus ventas y compras a través del petro. Después del relanzamiento se ratifica la intención de que estas compañías públicas realicen sus operaciones con la criptomoneda.
Borrón y wallet nueva
La primera emisión de petro se hizo por 100 millones de unidades entre febrero y marzo de este año. Sin embargo, el gobierno no ha detallado el uso que se dio a los fondos recaudados y tampoco ha definido qué pasará con los compradores de esa primera ronda.
La Asociación Nacional de Criptomonedas (Asonacrip), dijo a Banca y Negocios, que harán las gestiones para verificar cómo será el proceso que esperan sea un canje.
La nueva versión del petro cambió también la billetera digital (wallet) así que quienes compraron, además de haber tenido inmovilizado su criptoactivo todo este tiempo, ahora esperan por respuestas de las autoridades.
José Álvarez, presidente de Asonacrip, señala que el nuevo proyecto vino con un “cambio importante de la estrategia inicial que bien llevada podría convertir a Venezuela en el primer país con un sistema financiero híbrido”.
“No es común este tipo de cambios en los white paper pero pareciera que van con un fuerte relanzamiento del petro”, afirma Álvarez.
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