lunes, 30 de diciembre de 2019

2019 en 14 gráficos según el Banco Mundial

Este decenio llega a su fin y el mundo ha logrado avances en numerosos frentes. Los países más pobres tienen mayor acceso a agua, electricidad y servicios de saneamiento (por ejemplo, un baño). La pobreza y la mortalidad infantil se han reducido. La tecnología se ha extendido a lo largo y a lo ancho del planeta, y ahora hay más teléfonos móviles que personas.

Pero también hemos superado los récords equivocados. Nunca antes en la historia debieron desplazarse forzosamente tantas personas como en 2019. La concentración de dióxido de carbono en la atmósfera alcanzó su máximo de todos los tiempos, y la biodiversidad se está reduciendo a un ritmo cada vez más rápido. En estos gráficos se presentan algunos logros destacados y los considerables desafíos que persisten de cara a 2020.

1. En 15 países, 800 millones de personas salieron de la pobreza extrema

Hace 30 años, más de un tercio de la población mundial vivía en la pobreza extrema. Hoy, menos del 10 % de las personas viven con USD 1,90 al día o menos. Entre 2000 y 2015, 15 países lograron sacar de la pobreza extrema a 802,1 millones de personas, de acuerdo con un nuevo análisis de datos de pobreza del Banco Mundial.

Estos 15 países presentaron las tasas de reducción de la pobreza más altas de un total de 114 países con datos comparables. Siete de ellos pertenecen a África al sur del Sahara, y dos de los países africanos también estaban clasificados como frágiles, lo que renueva la esperanza de que se puede reducir la pobreza incluso en los contextos más adversos.

2. El 85 % de las personas pobres del mundo vive en Asia meridional y África al sur del Sahara

Más de la mitad de los 736 millones de personas extremadamente pobres del mundo vivía en tan solo 5 países en 2015: India, Nigeria, la República Democrática del Congo, Etiopía y Bangladesh, según los datos completos más recientes de que se dispone. Por lo tanto, para reducir la pobreza extrema a nivel mundial, es fundamental acelerar los avances en estos cinco países y en el resto de Asia meridional y África al sur del Sahara, donde vive el 85 % (629 millones) de las personas más pobres del mundo.

3. El cambio climático tomó las calles

En septiembre, como prólogo de la Cumbre sobre la Acción Climática de las Naciones Unidas celebrada en Nueva York, millones de personas de más de 150 países de todo el mundo tomaron las calles en demanda de medidas urgentes en materia de cambio climático. Aproximadamente medio millón de personas marchó en Madrid durante la Conferencia sobre el Cambio Climático (COP25) para reclamar una acción climática urgente. Paralelamente, se produjeron manifestaciones en muchos lugares del mundo en respuesta a los cambios en el precio de los productos básicos, como la energía, el transporte y los alimentos.

El conjunto de herramientas para una acción climática transformadora debe incluir políticas de fijación del precio del carbono bien diseñadas que impulsen el desarrollo con bajas emisiones de carbono, reflejen el principio de que “el que contamina, paga” y garanticen que los costos y beneficios se distribuyan equitativamente sin penalizar a los grupos vulnerables. Más de la mitad de los países (96 de 195) han indicado que están planificando o considerando el uso de la fijación del precio del carbono para cumplir sus metas climáticas nacionales (o contribuciones determinadas a nivel nacional).

Actualmente, se están implementando o están pendientes de aplicación 57 iniciativas de fijación del precio del carbono que abarcan el 20 % de las emisiones de gases de efecto invernadero. Para que el diseño y la implementación de estas iniciativas tengan éxito, será clave evaluar la mejor forma de utilizar los ingresos —alrededor de USD 45 000 millones en 2018—; algunas ideas son: ayudar a lograr una transición justa, reducir el impuesto a la renta laboral e impulsar el gasto en prioridades públicas de máxima importancia.

4. El 89 % de la población mundial tiene acceso a la electricidad

En la última década, la cantidad de personas que vivían sin electricidad se redujo de 1200 millones en 2010 a 840 millones en 2017, de acuerdo con el informe de seguimiento del ODS 7 de 2019. (i) Más personas que nunca –el 89 % de la población mundial– ahora cuenta con acceso a la electricidad, y Bangladesh, Kenya y Myanmar han logrado los mayores avances entre los 20 países del mundo con el mayor déficit de acceso a este servicio.

Muchas personas que aún no cuentan con electricidad viven en zonas rurales y en África al sur del Sahara, donde en total 573 millones carecen de acceso. La electricidad sin conexión a la red, como las minirredes y los sistemas de energía solar para uso domiciliario, es una de las soluciones para brindar servicio a los hogares más pobres y difíciles de alcanzar. Alrededor de 120 millones de personas de todo el mundo tienen acceso a un servicio básico de electricidad gracias a las luces solares.

Unos 47 millones de personas están conectados a minirredes, que son sistemas de generación y distribución de electricidad en pequeña escala y sin conexión a la red general. Para intensificar el uso de energías renovables modernas en gran escala, una alianza internacional convocada por el Banco Mundial está trabajando para ampliar el almacenamiento de energía, un paso clave para integrar la energía solar, la energía eólica y otras energías renovables a las redes de electricidad. El objetivo del programa es financiar un total de 17,5 gigavatios hora (GWh) de almacenamiento en baterías para 2025, lo que equivale a más del triple de los 4,5 GWh instalados actualmente en todos los países en desarrollo.

5. Un millón de especies se encuentran en peligro de extinción

La biodiversidad se está reduciendo a una velocidad nunca vista en la historia de la humanidad. Aproximadamente un millón de especies —de un total estimado de ocho millones— se enfrenta al peligro de extinción, en muchos casos dentro de tan solo décadas, de acuerdo con una evaluación mundial (i) de la Plataforma Intergubernamental Científico-Normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas (IPBES).

Hoy, la tasa de extinción es decenas de cientos de veces más alta que la de los últimos 10 millones de años, y esta pérdida está impulsada principalmente por actividades humanas tales como los cambios en el uso de la tierra y el mar, la explotación directa de organismos, el cambio climático, la contaminación y las especies exóticas invasoras.

La biodiversidad respalda muchos servicios ecológicos para los humanos, y su pérdida incide en los medios de subsistencia de las personas, el abastecimiento de agua, la seguridad alimentaria y la resiliencia ante fenómenos climáticos extremos. Si no se aplican medidas para conservar los recursos naturales y usarlos de manera más sostenible, se ponen en riesgo (i) los objetivos mundiales relacionados con la pobreza, el hambre, la salud, el agua, las ciudades, el clima, los océanos y la tierra.

6. Una cuarta parte de los niños menores de 5 años no cuenta con partidas de nacimiento.

La inscripción de los niños al nacer ayuda a garantizar que tengan una identidad legal y puedan acceder a atención de la salud, educación, servicios sociales y empleos a lo largo de su vida. En un mundo donde la prueba de identidad es cada vez más necesaria, los nacimientos de 166 millones de niños de menos de 5 años (el 25 %) han quedado sin registrar, y 237 millones de niños menores de 5 años no cuentan con una partida de nacimiento.

En un análisis estadístico (i) se revela que los niños no inscritos en un registro civil provienen de los hogares más pobres, viven en zonas rurales y son hijos de madres que recibieron muy poca educación formal o directamente no accedieron a ella. A nivel mundial, los niños que viven en zonas urbanas tienen cerca de un 30 % más de probabilidades de ser inscritos que los niños de zonas rurales.

La buena noticia es que se han logrado avances en los últimos 20 años, y especialmente en la última década. La proporción de niños menores de 5 años con nacimientos registrados ha aumentado de 6 de 10 en 2000 a 3 de 4 en la actualidad. Sin estos progresos, la cantidad de niños no inscritos habría llegado a los 266 millones. No obstante, a menos que se continúen acelerando los esfuerzos de registro, la cantidad total de niños no inscritos en África al sur del Sahara continuará aumentando y superará los 100 millones para 2030, (i) según Unicef.

7. Millones de niños no pueden leer y comprender un relato simple a los 10 años

Una gran cantidad de niños en el mundo no llegan a adquirir las capacidades de alfabetismo básicas que se necesitan para aprender y progresar en la escuela, un problema que podría poner en peligro los esfuerzos de los países por generar las aptitudes y los conocimientos prácticos requeridos para los empleos del futuro.

Para dar prominencia a esta cuestión, el Banco Mundial creó un indicador de la pobreza de aprendizajes que mide el porcentaje de niños que no pueden leer y comprender un texto simple a los 10 años de edad. (i) Los nuevos datos muestran que el 53 % de todos los niños de países de ingreso bajo y mediano y el 89 % de los niños de países pobres sufren la pobreza de aprendizajes.

Al ritmo de avance actual en materia de alfabetismo, el 43 % de los niños de países de ingreso bajo y mediano aún estará en esta situación en 2030. Para acelerar el proceso, el Banco Mundial estableció la meta de reducir a la mitad la pobreza de aprendizajes para 2030. Este objetivo podrá alcanzarse si todos los países mejoran los niveles de aprendizaje tal como lo hicieron aquellos con mejor desempeño en el periodo de 2000 a 2015, lo que significa en promedio casi triplicar la tasa de avances mundiales.

8. Los empleos de hoy se orientan cada vez más al sector de los servicios

¿Cuáles serán los sectores de empleo del mañana? Las tendencias actuales apuntan al sector de los servicios, que se transformó en la principal fuente de empleo a nivel mundial (i) a principios de la década de 2000 y ahora es responsable del 49 % de los puestos de trabajo en todo el mundo.

El porcentaje de personas que se desempeña en el ámbito de los servicios va del 26 % de la fuerza laboral en países de ingreso bajo al 75 % en países de ingreso alto, de acuerdo con datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Los empleos en la esfera de los servicios de mercado (sector privado) se han duplicado en los países de ingreso mediano alto desde 1997.

Se prevé que el comercio mayorista y minorista y las reparaciones impulsarán la expansión del empleo en general en los países en desarrollo entre 2017 y 2025, mientras que los empleos en bienes raíces y servicios para las empresas crecerán tanto en los países de ingreso mediano como en los desarrollados. Los empleos relacionados con los servicios de hotelería y gastronomía se ampliarán en distintos grados en todos los tipos de economías, según la OIT.

A nivel mundial, las mujeres ocupan una mayor proporción de empleos en el sector de los servicios que los hombres (55 % frente a 45 %), pero en general, solo el 48 % del total de mujeres integraba la fuerza laboral en 2018, en comparación con el 75 % de los hombres.

9. La deuda ha aumentado rápidamente en los mercados emergentes y las economías en desarrollo desde 2010

La economía mundial ha experimentado cuatro olas de acumulación de deuda durante los últimos 50 años. Las primeras tres finalizaron con crisis financieras en muchas economías emergentes y en desarrollo. La ola más reciente, iniciada en 2010, ya muestra el incremento más grande, más rápido y más amplio de la deuda en estas economías. Su deuda total ha aumentado 54 puntos porcentuales del producto interno bruto (PIB) y llegó a un máximo histórico de casi el 170 % del PIB en 2018.

Las bajas tasas de interés actuales reducen parte de los riesgos asociados con la elevada deuda, pero las economías emergentes y en desarrollo también se enfrentan a perspectivas de escaso crecimiento, aumento de las vulnerabilidades y altos riesgos mundiales. Se dispone de una serie de opciones de políticas para reducir la probabilidad de que la actual ola de deuda termine en una crisis y, si esta se produjera, para aliviar su impacto.

10. La cantidad de refugiados es más alta que nunca

La cantidad de personas desplazadas del mundo aumentó a 70,8 millones en 2018, (i) lo que incluye un récord de 25,9 millones de refugiados, 41,3 millones de personas desplazadas internamente y 3,5 millones de personas que buscan asilo. El número de individuos que busca protección internacional fuera de su país de origen se ha incrementado un 70 % desde 2011. Cerca del 85 % de los refugiados son acogidos por países en desarrollo. En 2018, el 67 % de los refugiados provino de cinco países: la República Árabe Siria, Afganistán, Sudán del Sur, Myanmar y Somalia.

Por su parte, más de 4,6 millones de venezolanos dejaron su país entre 2016 y noviembre de 2019, principalmente para trasladarse a Colombia, Perú y Ecuador. El Grupo Banco Mundial está incrementando marcadamente su financiamiento para países afectados por fragilidad, conflicto y violencia —lo que incluye fondos específicos para refugiados y países receptores—, hasta llegar a más de USD 20 000 millones, y está trabajando con las Naciones Unidas para responder a las crisis prolongadas y las situaciones posteriores a las crisis.

11. El dinero que los trabajadores envían a sus países es una parte cada vez más importante de la economía mundial

El dinero que los trabajadores envían a sus familias desde el extranjero se ha convertido en un engranaje fundamental de muchas economías en todo el mundo. Se prevé que las remesas —nombre que recibe este dinero— alcanzarán los USD 551 000 millones en los países de ingreso bajo y mediano en 2019, lo que equivale a un aumento del 4,7 % respecto de 2018.

Las remesas han superado la ayuda oficial —en una proporción de 3 a 1— desde mediados de la década de 1990. Este año todo parece indicar que superarán también la inversión extranjera directa (IED) dirigida a los países de ingreso bajo y mediano. Las remesas son iguales o superiores al 25 % del PIB en cinco países: Tonga, República Kirguisa, Tayikistán, Haití y Nepal.

12. Los teléfonos móviles son algo común, pero el acceso a Internet continúa siendo limitado

La revolución digital ha llegado a cada rincón del planeta en unas pocas décadas. Hoy en día son más los hogares de países en desarrollo que poseen un teléfono móvil que los que tienen acceso a electricidad o a servicios de saneamiento mejorados. Las plataformas digitales ofrecen un acceso a la información sin precedentes y han dado lugar a la aparición de la banca móvil y otros negocios.

También han ayudado a promover las “cadenas de valor mundial” que producen bienes y servicios en todo el mundo, al tiempo que han reforzado el PIB de muchos países en desarrollo. (i) Y aunque los teléfonos móviles estén presenten en todas las latitudes, el acceso a Internet y a la banda ancha continúa siendo bajo en muchos países en desarrollo. El nivel más bajo de acceso a banda ancha fija se observa en África al sur del Sahara, donde solo el 31 % de la población cuenta con el servicio. La nueva estrategia Conectar a África a través de La Banda Ancha (i) tiene como objetivo duplicar la conectividad para 2021 y ayudar al continente a alcanzar el acceso universal antes de 2030.

13. Los brotes de sarampión revelaron las deficiencias de los sistemas de vacunación

La vacunación prácticamente ha erradicado enfermedades como la poliomielitis y las paperas en muchos países, pero aún se observan deficiencias en la cobertura. La cantidad de casos de sarampión informados en todo el mundo había aumentado un 300 % hasta el 5 de noviembre de 2019 en comparación con el mismo período del año pasado, y varios países experimentaron brotes, de acuerdo con datos preliminares de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Hasta esta fecha, había 413 308 casos informados a la OMS en todo el mundo, más 250 000 casos adicionales informados en la República Democrática del Congo, en comparación con los 333 445 casos de todo 2018. En diciembre de 2019, el Banco Mundial respondió a un creciente brote de sarampión en Samoa (i) con USD 3,5 millones destinados a respaldar la respuesta de emergencia nacional. Esto se sumó a una donación de USD 9,3 millones para reforzar los sistemas de salud del país, donde la vacunación contra el sarampión había caído abruptamente del 58 % en 2017 a tan solo el 31 % en 2018.

A nivel mundial, la vacunación contra el sarampión en niños de 12 a 23 meses subió del 70 % en 1993 al 86 % en 2018. No obstante, 169 millones de niños de todo el mundo no accedieron a la primera dosis de la vacuna contra el sarampión entre 2010 y 2017, es decir, 21,1 millones de niños al año en promedio. En 2018, los países más afectados fueron la República Democrática del Congo, Liberia, Madagascar, Somalia y Ucrania, y se calcula que murieron 140 000 personas, según la OMS.

14. Los países más pobres del mundo lograron avances en los últimos 20 años

En las últimas dos décadas se han observado avances en muchos de los países más pobres del mundo. La tasa de pobreza extrema cayó de más del 50 % a alrededor del 30 %. La mortalidad infantil disminuyó de aproximadamente el 14 % al 7 %. El acceso a electricidad aumentó un 57 % y la proporción de personas que usan por lo menos servicios básicos de agua potable y saneamiento se incrementó un 22 % y un 41 %, respectivamente, entre otros resultados.

La Asociación Internacional de Fomento (AIF), institución del Grupo Banco Mundial, es una de las principales fuentes de financiamiento para combatir la pobreza extrema en los países más necesitados del mundo. Desde 1960, ha proporcionado más de USD 391 000 millones para inversiones en 113 países.

En la reposición más reciente de los recursos del fondo, celebrada el 13 de diciembre de 2019, la comunidad mundial comprometió USD 82 000 millones para ayudar a los 76 países más pobres a invertir en las necesidades de su gente, impulsar el crecimiento económico y reforzar la resiliencia ante las conmociones climáticas y los desastres naturales.

Fuente: Banco Mundial



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