martes, 31 de diciembre de 2019

Bolivia expulsa a diplomáticos de México y España y Madrid responde en reciprocidad

Bolivia decidió este lunes expulsar a diplomáticos de México y España, tras la controvertida visita del fin de semana de personal español a la embajada mexicana donde están asilados exministros de Evo Morales, desencadenando una medida de expulsión recíproca de bolivianos por Madrid.

La presidenta interina Jeanine Áñez declaró «personas no gratas» a la embajadora de México, María Teresa Mercado, a la encargada de Negocios de España, Cristina Borreguero, al cónsul español, Álvaro Fernández, y al grupo de «presuntamente diplomáticos encapuchados y armados» envueltos en el incidente del pasado viernes.

Dijo en una declaración de prensa en el presidencial Palacio Quemado que ellos «han lesionado gravemente la soberanía y la dignidad del pueblo y del gobierno constitucional de Bolivia» y ordenó que «abandonen el país en un plazo de 72 horas».

En la residencia mexicana, situada en un exclusivo barrio al sur de la ciudad de La Paz, se encuentran de nueve a diez excolaboradores de Morales desde que éste dimitiera el 10 de noviembre, tras casi 14 años en el poder, luego de una convulsión social por las elecciones generales del 20 de octubre, declaradas fraudulentas por observadores internacionales de la OEA.

Entre los asilados están los exministros Juan Ramón Quintana y Wilma Alanoca, con órdenes de detención, y otros bajo investigación. Todos están denunciados por los delitos de sedición y terrorismo, por lo que La Paz les niega salvoconductos para salir del país.

El gobierno boliviano denunció que la encargada de negocios y el cónsul de España llegaron a la embajada de México, junto con personal «encapuchado y presuntamente armado» de seguridad, con el objetivo de evacuar al exministro Quintana, brazo derecho de Morales desde que llegó al poder en 2006.

Las relaciones de Bolivia con México están deterioradas desde que el gobierno de López Obrador decidió darle asilo a Morales y a sus allegados. Bolivia protestó que este país le haya permitido tener actividad política pública.

El expresidente de 60 años, amigo de Venezuela y Cuba, se trasladó luego en diciembre a Argentina para pedir refugio, donde no ha cesado su labor política, motivando también la protesta de La Paz.

– Gesto «hostil» para España-

A las pocas horas de conocerse desde La Paz la medida, España respondió de igual manera, por razones de reciprocidad. Ordenó la expulsión de tres diplomáticos bolivianos y les dio un plazo de 72 horas para abandonar el país.

«En reciprocidad al gesto hostil del Gobierno interino de Bolivia (…), España ha decidido, a su vez, declarar persona non grata a tres miembros del personal diplomático y consular boliviano acreditado en nuestro país», subrayó un comunicado oficial.

Además, «España rechaza tajantemente cualquier insinuación sobre una supuesta voluntad de injerencia en los asuntos políticos internos de Bolivia (…) Cualquier afirmación en este sentido, constituye una calumnia dirigida a dañar nuestras relaciones bilaterales con falsas teorías conspiratorias».

Mientras Madrid adelantó que mandará una misión investigadora a Bolivia, la ministra de Relaciones Exteriores en funciones, Margarita Robles, deberá comparecer públicamente en el Congreso español «cuando la investigación» sobre este caso «haya sido completada y sus resultados analizados».

– México menciona «evacuaciones masivas» –

Tras la expulsión de su embajadora Mercado, México calificó la medida como una «decisión de carácter político».

México denunció una vez más que su residencia sufre «hostigamiento» y reclamó su cese. Señaló que «ha instruido a la embajadora Mercado a regresar a su país con el fin de resguardar su seguridad e integridad», precisando que una sucesora asumirá temporalmente el puesto y que las oficinas diplomáticas trabajarán con normalidad.

La secretaria de Gobernación mexicana, Olga Sánchez, dijo por separado que su país «no tiene intenciones de romper relaciones diplomáticas con Bolivia».

Sin embargo, México parece no descartar que la situación pueda agravarse.

«Tenemos preparado un dispositivo con aeronaves, por si es necesaria una salida masiva» de unos 8.000 mexicanos que residen en el país sudamericano, dijo en entrevista con Radio Centro el subsecretario de Relaciones Exteriores de la cancillería, Maximiliano Reyes, quien no obstante aclaró que sus ciudadanos siguen desarrollando con normalidad sus actividades en Bolivia.

El gobierno de Andrés Manuel López Obrador había abierto la semana pasada una posibilidad de diálogo con Bolivia para tratar de resolver los incidentes, pero las iniciativas no pasaron de declaraciones bilaterales de buenas intenciones.

México expresó en varias ocasiones su temor de que el gobierno boliviano ingresara por la fuerza para detener a los antiguos funcionarios de Morales.

La residencia mexicana continuaba este lunes bajo una nutrida seguridad policial, que vigila a todo automotor que circula por el lugar, mientras que una veintena de activistas civiles también se instalaron para protestar de manera pacífica contra el gobierno extranjero, constató la AFP.



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