jueves, 26 de marzo de 2020

Dinero fresco para los consumidores, un método controvertido frente a la crisis del coronavirus

La crisis económica provocada por el coronavirus ha puesto de nuevo sobre la mesa el debate sobre el «dinero helicóptero», un sistema de inyecciones directas al bolsillo de los consumidores para que gasten rápidamente y apoyen así la recuperación.

Algunos estados ya están usando este sistema no convencional para salir de la crisis. Es el caso de Estados Unidos, que prevé en su plan de rescate un cheque de 3.000 dólares para las familias con dos hijos. O de Hong Kong, que paga más de mil euros a sus residentes.

¿Qué es el «dinero helicóptero»?

El economista estadounidense Milton Friedman, considerado uno de los padres del neoliberalismo, lanzó la expresión «helicopter money» en los años 1960.

El premio Nobel de Economía quería evitar el canal habitual de transmisión de liquidez entre los bancos centrales, que crean moneda, y los bancos tradicionales.

«Como la política monetaria no siempre es eficaz y la presupuestaria tampoco, porque hay muchos intermediarios, su idea era alimentar directamente al consumidor dándole un monto global o mensual», dijo a la AFP Philippe Waechter, jefe economista de Ostrum Asset Management.

Comprando bienes gracias a este dinero, el consumidor tendría en teoría un efecto más rápido sobre la economía.

¿Como se distribuye ese dinero?

Existen dos maneras principales. En la primera los bancos centrales giran ese dinero directamente a la cuenta bancaria de los consumidores. En la segunda, el Estado entrega el dinero a los ciudadanos en forma de primas, por ejemplo, o adoptando medidas fiscales.

Luego el Estado se refinancia a través del banco central para que su endeudamiento no se vea agravado por la medida, como prevé la idea elaborada por Friedman.

¿Porqué vuelve este debate?

Después de la crisis financiera de 2008, los bancos centrales intervinieron para relanzar la economía comprando deuda pública y privada y rebajando sus tasas de interés a mínimos históricos, en algunos casos en terreno negativo.

«Exceptuando las personas que se aprovecharon de estas tasas bajas para comprar un bien inmueble, el impacto directo e inmediato de esta política monetaria acomodaticia en el consumidor fue casi inexistente», apunta Waechter.

Por eso los estados y los economistas se dicen que quizás sería mejor recurrir al «dinero helicóptero» tras el paro brutal de la economía por el coronavirus, para que la recuperación sea lo más rápida posible.

¿Porqué este sistema es polémico?

Los economistas no están de acuerdo entre ellos sobre los resultados de esta medida y algunos dudan de que tenga un impacto determinante en el consumo.

Además hay dificultades técnicas para que un banco central pague directamente a los consumidores.

Si no se pone un plazo al consumidor para que gaste este dinero, existe el riesgo de que lo ahorre y que la medida no tenga el efecto buscado.

Además la situación es diferente según los países.

En Estados Unidos, por ejemplo, el dinero que promete el Estado podría servir primero para compensar los gastos médicos o la pérdida de empleo, como dijo la jefe economista de la OCDE, Laurence Boone, a la cadena francesa BFM Business.

«El sistema de seguridad social estadounidense no tiene nada que ver con el de Europa», afirmó, en referencia entre otros al desempleo parcial en los países de la UE que permite evitar despidos a la espera de la recuperación.

Por su parte el economista francés Jean-Pisani-Ferry considera que por el momento el asunto no se plantea.

«El consumo está ahora bajo presión» por las medidas de confinamiento. «Esperemos que se aclaren las cosas», dijo a la AFP.



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