El aumento de salario mínimo de 5.900% vigente a partir del 1° de septiembre puso en aprietos a la empresa privada. La sorpresiva medida llevó a tomar decisiones apresuradas en algunas organizaciones. Pero otras apelaron a la comunicación con sus trabajadores para que comprendieran el fondo de la medida.
El más reciente incremento del sueldo puso a prueba la capacidad de resiliencia de la gerencia empresarial. Descontado el shock inicial de la decisión, las organizaciones analizaron las opciones en frío para evitar un malestar generalizado entre sus trabajadores, una vez que el ajuste decretado por el presidente Nicolás Maduro niveló a los empleados a BsS 1.800.
El anuncio del 17 de agosto otorgó algún tiempo a los empresarios para decidir qué hacer en función de su flujo de caja. Hubo casos en los que se tomaron medidas desesperadas y parte del personal fue liquidado para no incurrir en una liquidación ya entrado septiembre, que implicara el pago de prestaciones sociales al nuevo salario.
“No hay una receta única. Los resultados de cada empresa son diferentes. Depende del sector en el que se ubique la organización, que será el que le permita ser más o menos agresivos en la instrumentación de nuevas escalas salariales”, señala Oscar Quintero, coach certificado por New Field Consulting y ex presidente del Grupo de Relaciones Industriales del estado Carabobo.
Para conocer más sobre este tema así como otros contenidos de interés estratégico consulte nuestro producto Informe Privado. Un reporte semanal con los análisis y recomendaciones estratégicas que requieren las empresas para desenvolverse en el entorno venezolano y global. Suscríbase para tener acceso completo a este producto exclusivo de Aristimuño Herrera & Asociados.
Fuente: https://ift.tt/2xX9KCQ
No hay comentarios:
Publicar un comentario